capítulo 20

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Las lágrimas comenzaron a salir de los ojos de Gu ning, recordando las enseñanzas de su madre, los abrazos y el cuidado cuando estaba enferma.

- si tan solo estuvieras aqui...- susurro - no dolería tanto...por qué... mamá, por qué me dejaste sola, por qué no me llevaste contigo?- lloro desconsoladamente, la fría noche la hace sentir helada, ha soportado todo sin derramar una lágrima, no entendía por qué en este momento se derrumbó, se sentía débil, algo que no podía permitirse.

Ella no sabía que no lloraba por que fuese débil si no por qué ya llevaba mucho tiempo siendo fuerte.

Una niña que fue expulsada  de casa siendo joven y desprotegida tuvo que obligarse a ser autosuficiente, en las noches cuando estuvo enferma se las arreglo sola, las pesadillas la acosaban  al dormir.

Pero es mejor eso a ser golpeada por su madrastra, incluso cuando se lo contaba a su padre este no le creía, la dejaban sin comer, su media hermana parecía una princesita, al lado de ella Gu ning parecía un mendigo, era injusto, solo deseaba que la amaran, también quería sentirse querida, por qué no podía? Por qué su destino estaba escrito de esta manera?.

Su madre murió de cáncer, si su padre hubiese pagado el tratamiento tal vez su madre seguiría viva, por eso lo odiaba, no quería verlo, cuando su madrastra fue a su oficina e hizo una gran escena digna de un drama, se sintió tan avergonzada, la acuso de poco filial y malagradecida, que irónico, a la maldita mujer se le olvidó  que fueron ellos quienes la expulsaron, claro que no aguanto la acusación y le respondió de forma calmada todo lo que le hicieron.
Si no aclaraba el malentendido la tacharían de lobo de ojos blancos, afortunadamente sus compañeros la conocían y su madrastra no logro su cometido.

Al llegar a casa quería olvidar todo, así que se emborracho, tal vez solo así podía olvidar todos sus traumas por un momento.

Solo deseaba vivir tranquila.

***

En el tiempo transcurrido Lin yezhi había asistido a la escuela, tambien se preparó para comprar una propiedad en la capital, en la novela este fue el único lugar de todo el país con menos portales, y el que no cayó en ruinas cuando hubo ruptura de mazmorras.

Perdida en los pensamientos una pequeña monada se le acercó, la pequeña carita de Lan mostraba seriedad.

-mamá!! - grito con una dulce vocecita- mamá!.

- Eh? Que paso Lan? - distraída miro a su ahora hijo.
< Mi pequeña hija era tan bonita 😭>
Pensó la emperatriz.

-He detectado una mazmorra-

-que? Tan rápido?- desconcertada miro a Lan,- guíame.


Rebirth: gobernare desde la obscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora