Episodio 2

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Después de pasar chateando con Esteban, me dormí. Estaba tan casando que nada más toque la cama y me quede profundamente dormido.

Al día siguiente me desperté con la llamada de mi amiga Susana. Eran alrededor de las 10 cuando me llamo.

Hola

Hola bello durmientes. Espero que no hayas olvidado nuestra reunión de hoy.

Claro que no se me ha olvidado, es más ya voy en camino.

Bueno pues nos vemos en donde siempre.

Bye, te veo haya, besos.

Debo agradecerle a Susana, sin ella me hubiera quedado dormido. Me levante de la cama, limpie el arenero, le di de comer a Copito, me cambie de ropa que por cierto no me quite ayer, comí algo ligero y salí de casa.

De camino me encontré con Luis, el cual es amigo de Susana que no me caí muy bien, principalmente porque es muy creído. Lo salude.

- Hola Luis, ¿Cómo te va?

- Me va muy bien, por cierto te quería hacer una pregunta.

- Adelante, pregunta.

- ¿Dónde esta Susana?

- Justo voy a verla, si quiere puedes a...

-Ah bueno, entonces le llamo más tarde.

Posteriormente a eso se fue, sin decir un adios. No puedo creer que ella se lleve bien con ese que se creo alguien inalcanzable. Retome mi camino para encontrarme a Susana.

La iba a ver en un pequeño restaurante que queda cerca de donde trabaja. A pesar que el lugar es muy pequeño va mucha gente. Cuando llegue, no vi a Susana así que la llame.

Al contestarme le pregunte donde estaba.

- Yo ya estoy dentro, dile a la señora que esta en la puerta. Estoy en el segundo piso.

Me metí al restaurante, ubique a Susana y me senté donde ella.

- Hola ¿Cómo te fue con Esteban? ¿Te gusto? ¿Le gustaste? ¿Se besaron? ¿Paso algo que debería saber?

- Espera, apenas voy llegando y ya me bombardeas con tantas preguntas.

- Lo siento, pero es que estoy emocionada. Cuéntame que paso.

- Bueno pues me pareció un tipo muy agradable...

Nos pusimos al corriente con respecto al día anterior. Era tan agradable tener una amiga como ella.

Después de terminar de comer. Salimos a comprar ropa que ella quería, mientras seguíamos poniéndonos al corriente de toda la semanas pasa. Con esto de ser adulto se complica todo, mas cuando uno tiene que comenzar a trabajar.

Prácticamente ese día fue de contarnos todo lo sucedido en la semana. Era muy divertido cuando salíamos así, porque me olvidaba por un rato que mi rutina diaria.

Cuando se hizo de noche, acompañe a Susana a su casa, pues ya era algo tarde para que se fue sola.

- Gracias David. Quédate y mañana te vas tempranos.

- Mmm... deja pensar, esta bien.

Pase a su casa y me preparo una taza de café, nos pusimos a ver un rato la televisión, alrededor de las once nos empezó a dar sueño, y nos quedamos dormidos en el sofá. Al día siguiente desperté con un olor muy rico de una taza de café recién hecho.

- Buenos días bello durmiente.

- ¿Qué hora es?

- Son las siete.

Me pare y nos pusimos a recordar los viejos tiempos mientras desayunábamos. Como eso de las ocho y media, me despedí de Susana para irme a mi casa a ver a Copito.

En el camino me encontré con Esteban, que estaba comprando alimento para gato.

- Hola Esteban ¿Cómo estas?

- Hola Davis, bien hasta que te vi ¿y tú?

- Estoy excelente, ¿pero a qué te refieres?

Él es una RosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora