Cinco

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❤️‍🩹

La palabra incómodo se quedaba corta el sentir que tenía en ese preciso momento. No solo estaba incómodo, estaba estresado, ansioso, nervioso, confundido.

Una mesa pequeña, cuadrada, con (ahora para Taehyung) míseras cuatro sillas. Él en un extremo. Nay, su prometida, a un lado. En frente, Jungkook.
¿Cómo diablos lograría estar tranquilo cuando el mismísimo Jeon estaba justo en frente suyo?

Su cabeza daba vueltas, y casi literalmente. Guardaba silencio, estaba atento a la interesante conversación de su prometida con su ex. Su ex. Y su prometida. Mierda.
Mierda mierda, ¿Peor castigo no podía haber?

Se sentía en el infierno. O tal vez estaba en él.

Pero lo muchísimo más peor que esto, eran las miraditas que obviamente notaba por parte de Jungkook.
¿Qué quería? ¿No le era suficiente el hecho de estar ahí?

Obviamente no, pero eso Taehyung no lo sabía.

Y ni siquiera eran miradas normales, que si lo fueran, aún así le pondrían nervioso. Exclamaba... ¿Rencor, o tal vez.. diversión? Sí, joder. Se estaba divirtiendo con el pobre Taehyung.

Se burlaba en silencio; de su cara, de su ansioso juego con sus dedos y el cubierto en la mesa, de cómo miraba a muchos lados sin tardar en de nuevo quitar la mirada, en cómo apretaba los labios totalmente nervioso, su aspecto desastroso, su espalda curvada hacia adelante en busca de autoprotección, sus piernas subiendo y bajando con la punta de sus pies, de aquellas muy pequeñas y transparentes gotas de sudor en su frente, de su respiración irregular.

Definitivamente se había dado cuenta de cada maldito detalle que delataba en Taehyung inconformidad, incomodidad, debilidad.
Así sea mínimo, sutil. Lo había notado.

Escondiendo su pequeña sonrisa detrás de su mano que sostenía el tenedor.
Lo estaba disfrutando totalmente.

Picaba con el tenedor a los pancakes, sin apetito, un poco desanimado incluso. Su corazón estaba acelerado, y desafortunadamente no era por una emoción positiva.

Se sentía tan pequeño, tan culpable.

- oye Kim, ¿No tienes resaca? Vaya que bebiste un poco de más ayer... - habló Jeon, mirando fijamente al castaño a sus doce.

Esa voz fué como un balde de agua que le hizo despertar.

- eh no, estoy bien... - se sentía raro ante esa forma tan informal de hablar.
Y con respecto a eso, dudaba mucho que su dolor de cabeza fuera por la resaca.

- ¿seguro? - Kim tragó saliva, asintió.

De nuevo su mente divagó. El día de ayer había sido desastroso, pero no se comparaba a este.

- Taehyung, amor... - llamó la joven, sacando de sus negativos pensamientos al pobre castaño - antes de que despertaras, estaba hablando con Jungkookie sobre nuestra boda...

¿Jungkookie?
Taehyung le miro atento, mentalmente sorprendido. Dió una suave mirada al pelinegro, recibió una sonrisa de su parte, desvió la mirada.

- ¿Qué hay con eso? - preguntó más ansioso que curioso.

- ¿Habrá problema de que lo invitemos a nuestra fiesta? Sabes, es uno de tus viejos amigos, no estaría mal tener su compañía.. - preguntó y explicó con sutileza, dulce pero utilizando las palabras con las que, así quiera o no, Taehyung aceptaría.

Aunque con ello, dudó demasiado.

- sabes, no es necesario que quieras... - se defendió Jungkook, falsamente ofendido, aunque, era nada más parte de su personaje.

Pleasure - EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora