Lagrimas

Capitulo 2: Reencuentro

 Harry sintió la brisa y el olor agua salada, entonces abrió los ojos, que no recordaba haber cerrado, estaba frente a una casa bastante grande de piedra, tenía dos pisos y muchas de las ventanas estaban iluminadas con una luz cálida, era lo que se podía considerar una típica casa escocesa, giro su rostro y pudo ver levemente iluminado por la luna el mar rompiendo contra las playas no muy lejos de la casa, era la definición de paraíso en la mente de Harry, cerró los ojos nuevamente y aspiro el aire de mar, siempre había querido estar en el mar, y ahora lo tenía al alcance de su mano, casi literalmente. Una pequeña risita lo saco de sus pensamientos, entonces Harry recordó que esta era la casa de Kingsley y que el hombre lo había traído a su hogar.

— ¿No habías estado en el mar antes?

—No señor— contesto Harry un poco sonrojado ‹‹Ni en ningún otro lado además de mi armario y la escuela›› pensó con tristeza, pero no dijo nada más.

—Quizás mañana si el día es apropiado podamos ir a verlo más de cerca—dijo el hombre mientras ponía una mano en su hombro e instaba al joven a en la casa.

Harry asintió emocionado por la idea, mientras se dejaba llevar al interior de la casa, aún con su lechuza abrazada. Al entrar pudo notar como toda la decoración tenía un tinte hogareño y cálido, le daba la sensación de un hogar muy feliz, noto que no había muchos cuadros de personas en la entrada, solo flores y paisajes, Harry se preguntó si era para evitar el chismerío y la charla. Kingsley lo condujo hasta lo que parecía ser una sala de estar informal, con una chimenea y varios muebles color arena. Allí en un sofá había un hombre con un libro, tenía el cabello oscuro y una camisa color azul petróleo, pero Harry no podía ver mucho más.

Entonces el hombre en el sofá parecía haber captado el ruido proveniente de ellos que ingresaban en la habitación y se giró para mirarlos.

— ¿Potter?— pregunto desconcertado.

—Profesor... señor, yo no sabía...—Harry miro impactado a su maestro de pociones.

Severus Snape tenía la camisa abierta y el tórax completamente vendado, vestía unos pantalones negros y estaba descalzo era todo lo contrario a lo que Harry alguna vez hubiera esperado de su maestro. Lo miro asustado, él no era la persona que más lo quería en el universo.

‹‹Quizás sea momento de volver con los demás›› pensó mientras apretaba más fuerte la jaula de su lechuza.

— ¿Qué diablos le paso a su ojo?—Pregunto el hombre cuando salió de su impresión.

— ¿Ha?—Harry estaba sorprendido.

‹‹Esa es su primera pregunta›› pensó el joven algo aturdido por la reacción del adulto, había estado en una casa llena de ellos y habían ignorado el golpe que brillaba morado en su ojo.

—Siéntate Harry por favor—pidió Kingsley mientras instaba al maestro a hacer lo mismo—. Lo encontré así en el armario debajo de las escaleras, sus familiares lo hicieron— continuó sin darle oportunidad al joven de inventar una excusa.

— ¿Quién...?— Severus se había vuelto a poner de pie molesto.

—Severus siéntate, no estás en condiciones—riño el jefe de aurores mientras obligaba al hombre a sentarse—. Lo encontré en la casa a la que me envió Dumbledore, en Surrey, la familia Dursley, Vernon y Petunia por lo que decía el correo en la mesilla de entrada—

— ¿Petunia, Petunia Durley? ¿La hermana de Lily?—pregunto Severus a Harry aún sorprendido.

—Si señor— contesto tímidamente Harry sin saber cuál era la sorpresa.