Keral

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Hace mucho tiempo, en Kalas'hy, hubo una gran guerra, nadie sabe cómo o por qué paso este acontecimiento, durante los siglos se han contado historias, que relatan los horrores que sufrieron la gente inocente, se cuentan que hubo reinos enteros ardiendo, formando grandes columnas de humo y ceniza que se alzaban por el horizonte, se cuentan que había columnas de muertos, cientos de millones de barcos que se hundían en los océanos. Pero, a pesar de las historias, las ruinas y las flotas enteras de barcos hundidas, no queda ni el más mínimo registro histórico de cómo fue esta inmensa guerra, ni siquiera en las grandes paredes con miles de años de antigüedad que recorren todo el continente dicen nada al respecto. Después de que la gran guerra pasara, el continente quedo muy dañado, los gobiernos estaban muy débiles, por no decir de la gran pérdida material que habían sufrido todos los reinos. Por primera vez en la historia, se unieron todos los reinos y decidieron crear un reino unificado, el reino se llamó Lombott, al principio fue una democracia, pero sus raíces estaban débiles, y gente con poder amenazaba tomar el control, por eso se decidió elegir a unos reyes, se pasaron meses barajando las inmensas posibilidades, pero entre los cientos de opciones eligieron a los padres de la princesa Heria, de cuna elfa, los escogieron por su gran inteligencia, por su extensa esperanza de vida, pero sobretodo, por su idea de la justicia. Una vez que llegaron al poder, reforzaron el gobierno y crearon un gran ejército, delimitaron las fronteras con puño de hierro y trajeron la paz a su reino, pero ya están muy viejos, su época ya pasó.


-¿Y que hay más allá de las fronteras?-preguntó el joven que Keral tenía a su lado.


-Más allá de las fronteras, querido aprendiz, se extiende un terreno salvaje e inhóspito. Y ahora, levanta, ya nos llaman para comer.


El muchacho se levantó de un brinco, y corrió hacia el pasillo, que, apenas iluminado por cuatro antorchas, lo engulló hacia la oscuridad.


Keral se levantó y retiró un mechón de su largo pelo de su rostro, recorrió el pasillo medio iluminado y llegó hasta una gran puerta, que tenía los bordes en madera, en los que estaban tallados nombres y escenas de caballeros luchando, pasó al extenso comedor, el cual tenía cuatro largas mesas en las que reposaban cientos de manjares y platos traídos de todos los rincones de Lombott, el aroma que desprendían abrió el apetito de Keral, el cual se sentó al lado de Cobb, su amigo de la infancia y caballero como él.


-¿Qué tal con el aprendiz?-pregunto Cobb, llevándose un muslo de pollo a la boca.


Keral rebusco entre los diversos platos y eligió una ensalada de hojas para el desconocidas, cubierta de una salsa de aspecto amarillento, pero que desprendía un aroma a miel.


-Pues la verdad es que bastante bien, le he explicado brevemente la historia de Lombott-dijo Keral, llenándose la boca con esa deliciosa combinación de sabores.


Keral sintió un toque en su hombro y se giró, un hombre con aspecto de cincuenta años, que vestía una túnica roja con una cinta amarilla le susurró algo.


-Keral, dile al señor Cobb que os esperan en la sala de reuniones, la princesa Heria desea veros.


Sin decir nada más, el hombre se retiró.


Keral avisó a su compañero y juntos recorrieron los anchos pasillos cubiertos de pinturas que conducían a la sala de reuniones.


Nada más entrar notó que un olor aromático invadía sus sentidos, miró hacia arriba, y vio cientos de velas que, colgadas del techo, desprendían aquel curioso olor, también notó que el techo y las paredes rebosaban pinturas de escenas caballerescas.


-Bienvenidos, caballeros.-dijo Heria.


Heria era una elfa, la princesa de Lombott, aparentaba los veinte, pero en realidad llevaba en el trono más de cincuenta años, desde que se instauró Lombott como verdadera nación. La princesa era rubia, tenía la piel blanquísima, y daba la sensación de ser débil y frágil, sus ojos eran verdes, y su cara era casi perfecta, de no ser por una pequeña cicatriz en el mejilla derecha, era la perfección en carne y hueso.


-Como todos sabéis,-prosiguió la princesa.-mis padres no pueden hacerse cargo del puesto ya que su vejez les impide reinar justamente, pero su orgullo les impide abdicar, es por eso que yo, aun siendo princesa, he de hacerme cargo de las tareas del reino, eso sí, siempre en nombre de mis padres. Dicho esto, comencemos.


La reunión fue larga, se debatieron muchos temas, desde la política hasta el cuerpo del ejército, pasando por la investigación de nuevas fuentes de magia arcana, que es la magia más poderosa y que es capaz de generar energía, la cual es guardada en grandes pilares con runas, capaces de almacenar todo este poder, esto pilares se encuentran esparcidos por Lombott. Pero hubo un punto que interesó y llamó la atención de Keral, una misión que lo requería a él, una misión cuanto menos peligrosa, y muy arriesgada.


Cronicas De LombottDonde viven las historias. Descúbrelo ahora