𝙂𝙤𝙧𝙙𝙞𝙩𝙤 𝙃𝙖𝙣 ৎ୭ 𝙈𝙞𝙣𝙨𝙪𝙣𝙜

⿻ ᨒ Capítulo 02 ₊ ⊹

Jisung se encontraba en el salón que solía estar cuando era la hora del descanso, con un puchero en sus labios. La razón era que su madre no le quiso preparar su comida ya que a Jisung no le gustaba comer o comprar comida de la cafetería.

Para olvidar ese mal momento mejor decidió dormir un rato hasta que empezara su siguiente clase pero como tenía una hora libre podría dormir un poco más.

Se estaba acomodando para dormir, su cabeza recargada en la mesa y empezó a cerrar sus ojitos hasta que escuchó un ruido.

– Te encontré – comentó alguien que si mal no recordaba el nombre de esa persona era Minho.

– ¿M-me estabas b-uscando? – preguntó señalando así mismo.

Lee asintió y se acercó a él pequeño Han arrastró una silla para sentarse enfrente de Jisung.

Jisung estaba algo inseguro o más dicho una combinación entre miedo y nervioso, ya que nunca nadie se había acercado a él de una forma tranquila sin decirle ningún comentario ofensivo.

– Tarde mucho en encontrarte, pensé que estaban en la cafetería pero cuando iba camino para allá te vi entrar en este salón – comentó un tranquilo Minho.

– Uh.. sí suelo venir aquí en las horas del descanso – le dijo jugando con sus manos.

– Oh, entiendo.

– ¿Qué haces aquí? – pregunto en un murmuró el omega.

– Eh.. no lo sé, mi lobo ha estado muy inquieto desde que te vi – comentó sin mucho interés Lee.

– Oh.. 

Minho empezó a destapar su comida y vio que Jisung bajaba su mirada y algo confundido Lee recorrió su mirada por las pertenencias de Jisung.

– ¿No traes comida, omega? – preguntó algo confundido y vio a Jisung negar despacio – Ten – extendió su comida.

Jisung alzó su mirada algo sorprendido y empezó a negar con la cabeza – Pero eso es tu comida.

– Tranquilo, mi padre me dio aparte de eso una ensalada y la verdad es que no tengo mucha hambre – contestó tranquilo – Anda come, ayuda a esta pobre alma a comerse la comida para que mi padre no me regañe.

Jisung soltó una risita al escuchar lo que dijo Minho, nunca había visto a un alfa que fuera tierno bueno solo a su padre.

– Pero si tu padre quiere que te lo comas tienes que hacerlo – hizo una pausa – Aparte es tu comida no mía.

– Pero ya te expliqué que no tengo mucha hambre – hizo un mini puchero.

– ¿Por qué me darías tu comida si apenas sabemos el nombre del otro? – pregunto algo confundido.

– Porque eres el omega más tierno que he visto – contestó sincero Minho.

Jisung se sonrojo un poco.

– Si yo acepto la comida, la compartimos entre los dos , vale – propuso el omega.

– Acepto.

Después de eso los dos empezaron a comer, Jisung contento de que podría comer algo y Minho con una sonrisa por lograr su cometido.

Entre platica y platica se conocieron un poco más, conocieron cosas el uno al otro, Jisung se dio cuenta que Lee no era como los demás y Minho se dio cuenta que no era del todo cierto lo que decían de Jisung.

[...]

Jisung se encontraba caminando hacia donde trabajaba su padre ya que le había pedido que comprara comida y que fuera a comer con él.

Estaba contento de pasar más tiempo con su papá, aunque un poco triste porque a su mamá no le gustaba pasar tiempo con él. 

Su padre trabajaba como contador para una empresa muy reconocida mundialmente, era lo que su padre le había contado y que sus jefes eran muy buenos.

Jisung se sentía contento por eso, que su padre estuviera bien también que lo traten bien.

Tan metido en sus pensamientos estaba que salió de sus pensamientos cuando chocó con una espalda.

– Ahg – con un puchero se sobo su frente.

– ¿Lo siento, estás bien? – preguntó una voz que Jisung conocía.

– ¿Uh.. Minho? – pregunto alzando un poco su mirada.

– ¿Sung, qué haces aquí? – pregunto algo confundido.

– Vengo a ver a mi papá, trabaja aquí como contador – comentó orgulloso de su padre – ¿Y tu?

– Oh, y-yo también vine a ver a mi padre, él también trabaja aquí – comento algo nervioso.

– Oh, vamos entonces tengo que apurarme para que la comida no se enfríe – alzó una bolsa donde venían las comidas, Minho solo asintió y empezaron a caminar hacia dentro de la empresa.

– ¿Y vienes todos los días aquí? – preguntó algo confundido el alfa.

– No, rara vez vengo, más dicho cada vez que mi padre me lo pide.