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Al día siguiente los dos hermanos Wesley habían entrado nuevamente a la Botica, Snape había tomado el tiempo para comprar un dispositivo para él mismo. El dueño le había explicado lo de las recargas y el número telefónico. No podía negar que estaba ligeramente emocionado, los Slytherin generalmente son solidarios en público. Pero ya en la intimidad dentro de las habitaciones y la sala común uno realmente está en soledad. Compitiendo incluso contra uno mismo. Y con el mago tenebroso, su trabajo era más como un comunicador que su talento en la realización de pociones. Fue más su curiosidad que otra cosa lo que se sentiría colaborar.

-Buenos días.

-Profesor Snape.

Acomodándose su cabello grasiento en la oreja, expreso- Antes de realizar cualquier colaboración, es pertinente establecer límites.

-Estamos totalmente de acuerdo- asistieron los gemelos.

-Primero va a ser un trabajo ligeramente demandante, que establezcamos horarios no significa que ustedes no van a realzar trabajos fuera de tiempo- tomando una breve pausa, ambos gemelos solo miraban los labios, hablaba lento y pausado como en clases, eso les daba la facilidad para entenderle- deseo la tercera parte de las regalías del invento.

Ambos estuvieron complacidos, era más de lo que esperaban.

- y dejen de llamarme profesor Snape.

-Pero profesor. - habían objetado ambos gemelos.

-Pueden decirme Severus.

Ambos gemelos les gustaban retar a la autoridad, pero tenían límites- ¿Y si solo le llamamos Snape?

Snape ladeo la cabeza con sorna- supongo que para iniciar esta bien.

Eso les sorprendió a los gemelos, estaba sonriendo y ambos empezaban a verle con otros ojos y en efecto, ya no iba ser su profesor, iba ser su camarada.

-¿Algo que deseen agregar?

-Descansamos lunes y martes. - soltaron al unisonó, dando a entender que esos días estaban disponibles.

-Los lunes son perfectos- con una breve pausa mirando a las afueras y después hacía el techo ¿Desean su laboratorio o el mío?

-¿Podemos ver su laboratorio?

Snape, ladeando algo que podría interpretarse como una sonrisa, les hizo un movimiento de cabeza y dejándoles entrar a la Botica, como cualquier lugar embrujado, era más espacioso de lo que se notaba. Hileras de libreros y muebles con muchas partes de animales, algunas cajas con títulos de animales encima* (Animales fantásticos y como encontrarlos), plantas en pequeños ecosistemas, rocas que se mueven por si solas algunas fluorescentes, hasta llegar al fondo donde se encontraba una escalera ascendente.

Los Weasley estaban asombrados dándose golpes en los hombros y miradas evidentes como solo los gemelos pueden comunicarse extasiados con las posibilidades de tantos elementos para sus productos en sortilegios Wesley.

Un librero amplio con algunos cajones abiertos con pergaminos y plumas, algunas mesas entre algo parecido al metal y madera, diferentes tipos de cuchillos, navajas, algunos productos extraños en una charola hechos de metal, algunas máquinas electrónicas, una mezcla entre diferentes tipos de navajas, calderos. Y otros productos que ellos nunca habían visto en su vida.

-¿Puede hacer que estos productos se utilicen en el callejo Diagon?- ambos quedaron impresionados.

Snape, viendo la autenticidad de sus dudas y en interés genuino. En clases sabía que nunca les iba interesar usar una poción de la paz, en cambio al expresar el verita serum fueron los primeros en realizarla correctamente.

UrracaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora