Tae Young estaba nervioso luego de que la doncella Jo le informara que ya era hora de la visita del príncipe Won Goo, y pensó en la manera de no delatarse sobre que él no era la persona original de ese cuerpo, aunque se había dicho que todo podía ser más fácil de lo que creía, claro, si es que el príncipe no tenía el mismo carácter del Emperador.
La noche anterior las damas a su servicio entraron alarmadas luego de que el emperador se fuera, y la Dama Kim parecía en extremo preocupada mientras revisaba su rostro que todavía tenía una marca ligeramente roja debido al golpe recibido. Aunque parecía que no tenía la autoridad para preguntar sobre eso, ella igual lo hizo, sobre cuál había sido la razón para que el Emperador se enfureciera tanto, y él prefirió no responder.
La noche anterior se enteró de que al parecer esa era la primera vez que el Emperador se atrevía a levantar una mano hacia él, y fue algo que a Tae Young le costó mucho creer, ya que por la manera en que este lo golpeó diría que era algo recurrente, o quizás su enojo llegó a tal grado que la única manera de sacarlo fue golpeándolo.
Bueno, eso no importaba, él ya empezaba a tener una imagen sobre el hombre con el que estaba casado.
Esa mañana mientras se vestía no pudo quejarse de la ropa tan ostentosa que debía usar, sin embargo, cuando su cabello fue peinado, pidió que no fuera recogido por completo, así su cabeza no se sentiría más pesada de lo que era, sin embargo, aunque este fue recogido por la mitad, igualmente le fue colocado algunos tocados de los que no pudo quejarse, suponiendo que era algo a usarse aunque estaba confinado a su palacio.
—¡El príncipe Won Goo está aquí! —fue anunciado.
Tae Young se removió un poco frente a la mesita de té en la que estaba sentado, esperando ver entrar a un joven que quizás tenía el mismo aire imponente que el Emperador, sin embargo, a quien observó fue a un niño no mayor a los cinco años, quien en cuanto lo vio se postró en el suelo haciendo una reverencia.
—Saludos, Rey Ta-Tae Ho.
No pudo evitar que una pequeña sonrisa apareciera en sus labios, ya que el príncipe Won Goo le parecía demasiado tierno haciendo aquella reverencia, y se veía tan educado mientras vestía una ostentosa túnica de color azul, y su cabello negro estaba recogido por completo por una horquilla de jade, sin embargo, pudo notar que su piel era tan blanca como la suya y no del tono un poco bronceado que tenía el Emperador.
—Por favor, Majestad, reciba un pequeño regalo que he hecho para usted.
El sirviente que había entrado junto con el príncipe hizo una reverencia a su lado y se colocó de rodillas, extendiendo sus manos para mostrar el regalo que el príncipe había llevado para él, y vio a la doncella Jo mirarlo como si esperara su aprobación para tomarlo, sin quedarle más opción que asentir.
—¿Por qué debe haber tantas formalidades si es mi hijo?
Tae Young en realidad no estaba entendiendo el asunto de la formalidad con la que el príncipe actuó, porque si pensaba en sí mismo cuando era pequeño, si no hubiera visto a su mamá en días, él habría corrido a abrazarla, diciéndole lo mucho que la extrañó, sin embargo, el niño frente a él lo primero que hizo fue postrarse en el suelo y casi en tono suplicante ofrecerle regalos, como si temiera que los rechazara.
—Majestad... —intervino la Dama Kim.
Si al principio ver al niño ser tan formal le causó ternura, comenzaba a dejar de serlo, y más si este no se levantaba del suelo todavía, como si esperara su aprobación para hacerlo. Ni siquiera lo pensó antes de colocarse de pie y acercarse al príncipe.
—Won... príncipe Won Goo.
Se corrigió luego de ver la sorpresa en la Dama Kim cuando intentó llamarlo por su nombre.
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El esposo del Emperador (completo en dreame y Joyread)
RomanceCuando Tae Young despertó lo primero que vio fue un techo blanco, y tuvo a alguien refiriéndose a él como "majestad", así como personas dispuestas a cuidarlo todo el tiempo como si fuera una frágil flor. Tae Young recordaba bien cuál fue su último...