Capítulo 2.

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La idea de que todo eso se tratara de una broma había quedado descartada, de la misma manera que creer que era un sueño, y más bien aquella teoría de un universo paralelo se hizo más fuerte.

Todos lo llamaban su Majestad, y se referían a él como el Rey, y por un momento creyó que era el máximo poder en ese mundo, al menos frente a su pueblo, sin embargo, tuvo que entender que había alguien que estaba por sobre él y ese era el emperador, Cha Min Kyung, con quien llevaba años de matrimonio.

No era tan fácil preguntar sobre sí mismo cuando se suponía que esa era su vida.

A pesar de que cuando despertó pudo sentir aquel cuerpo un poco débil con respecto al suyo, no le dio mayor importancia, suponía que se debía a que al parecer la persona a quien reemplazaba había estado enfermo antes del cambio y bueno, tampoco era como que él hubiera dejado su lugar estando en mejores condiciones, porque seguramente iba a tomarle unos días a su otro yo para poder salir del hospital.

—Su Majestad, ¿está seguro que quiere ir al banquete de esta noche?

Esa era la tercera vez que le hacía esa pregunta la mujer que había estado cuidando de él cuando despertó, y no parecía nada conforme cada vez que le había dicho que sí, que quería ir al banquete.

—El emperador solicitó mi presencia, no veo la razón para no ir.

—Majestad, está recuperándose, esa... esa puede ser una buena excusa para no ir.

—Dama Kim, ¿por qué insiste en persuadirme para que no asista al banquete?

Tae Young vio a la mujer entregar pétalos de rosas a otra doncella, indicándole que los colocara en la tina que debía preparar para el baño del Rey.

A veces esa manera de expresarse le hacía sentir como que estuvieran hablando de una persona muy diferente a él, aunque lo hacían, ya que él no era el verdadero Rey.

—Dama Kim... —insistió.

—No sé la razón de que su Majestad ha decidido actuar como que no lo sabe. La concubina Shi acompaña también esta noche al Emperador en el banquete.

Tae Young intentó no hacer ningún gesto de asombro cuando fue mencionado que el Emperador tenía una concubina, aunque imaginaba que era algo normal en ese mundo, para él no lo era, pero no había mucho qué hacer, al parecer el dueño verdadero del cuerpo lo aceptaba y él también tendría que hacerlo.

—¿Es sólo por eso que no quiere que vaya?

—Su Majestad, ¿ya olvidó la humillación de la última vez?

Tae Young quería preguntar qué era eso, pero si lo hacía iba a dejarse al descubierto, casi estaba seguro, así que se obligó a no hacerlo, sin embargo, la insistencia de la dama Kim le hizo considerar que el dueño original del cuerpo evitaba estar en el mismo lugar que la concubina del Emperador, no obstante, él ya había decidido que asistiría al banquete de esa noche.

Realmente mientras estuvo en esa habitación no fue tan difícil. La dama Kim estaría cuidando de él, y al parecer también había algunas sirvientas y sirvientes que obedecían fielmente lo que él quería.

—¿Una concubina puede ser competencia para el esposo del emperador?

Su tono fue un poco burlesco, viendo como los ojos de la Dama Kim se ampliaban en sorpresa, y haciéndole darse cuenta del tono usado y por la manera de actuar de la mujer suponía que el Rey Tae Ho no se expresaba de la forma que él lo hizo, sin embargo no se rectificó.

—Majestad...

—Asistiré al banquete y no hay más que decir con respecto a eso.

La dama Kim hizo una reverencia aceptando su decisión para continuar con su trabajo. Realmente no era ese su mundo pero si colocaba un poco de su parte creía que no iba a ser tan difícil adaptarse, al menos hasta que pudiera regresar a su cuerpo, y se había prometido que intentaría no arruinar las cosas, y quizás con respecto a esa decisión no era prudente que asistiera al banquete, sin embargo, él creía que sería un poco más fácil de analizar su situación si conocía todo a su alrededor.

El esposo del Emperador (completo en dreame y Joyread)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora