Capítulo Ocho

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Capítulo Ocho: Dioses..
Twisted wonderland 
Entrada principal, calle de las estatuas 
18:46 pm

Una golpiza más tarde 

—Wow. 

[T/N] seguía en estado de shock, presenciando los golpe dados por Deuce al par de delincuentes. Esos no fueron solo seis golpes, la chica perdió la cuenta por el número once. 

—¡Deuce, cálmate! —[T/N] no intervinó en ningún momento de la pelea, pero cuando observa el cuerpo del chico aún temblar de ira después de la huida de ese par supo que debía intervenir—, tienes que respirar —le susurra, posando una mano sobre su hombro tembloroso—, ¿Te sientes mejor? 

—Hah..hah.. —sus respiraciones suenan más como jadeos. Luego de que se calmara da un brinco—, ¡Lo hice de nuevo! —chilla, bajando la cabeza a causa de la vergüenza—, pensé que definitivamente esta vez me convertiría en un estudiante de honor —masculle. 

—¿Por qué no te explicas? Quizás eso te ayude —anima. A pesar de que sonara mal, estaba más preocupada por el estado de Deuce que por la paliza que recibieron esos chicos. 

En un intento de hacerlo sentir mejor, deja suaves caricias sobre su espalda, siguiendo unos círculos imaginarios. 

—Cuando estaba en la secundaria, fui rebelde —cuenta Deuce, tras unos segundos de silencio. Mantiene su mirada en el suelo, incapaz de levantarla—, pasaba de saltarme las clases a pelear con quien sea que se posara por delante —cierra los ojos, recordando su vida hace solo unos meses—, incluso me uní a una pandilla y teñía mi cabello —de pronto levanta la cabeza, y gira su rostro, quedando cara a cara con [T/N]. La chica pudo apreciar su ceño fruncido, y su rostro bañado en odio hacía si mismo—, Use magia en personas que no podían usarla, era realmente una mala persona. 

—Me cuesta imaginarte haciendo esas cosas —admite, usando una voz más baja la misma que usa al calmar a criaturas mágicas—, y si me permites preguntar —relame sus labios, estaban secos—, ¿Qué te hizó cambiar? 

—Fue mi madre —responde, sin dudar—, un día llegue antes a casa, y la escuche hablando con mi abuela por teléfono. Ella se culpaba entre lágrimas sobre mi comportamiento, ella pensaba que era por ser madre soltera —empuña sus manos, con ira—, pero no es así en absoluto —tensa la mandíbula—. Ella no tiene la culpa, ¡Toda la culpa es mía! —respira, intentando calmarse—, por eso, cuando llegó el carruaje negro a buscarme, me prometí no volver a ser llorar a mi madre. Decidí ser un estudiante de honor del cual mi madre se sentiría orgullosa, aún así —su cuerpo vuelve a temblar—, ¡Maldición! 

—Deuce —[T/N] en ningún momento se aparta de él—, esta bien ser un estudiante de honor, pero eso no significa tener que soportar que las personas hagan lo quieran contigo —el rostro de la chica no muestra nada más que compasión. 

—¿Eh? 

Deuce se queda mudo. 

—Si no hubieras estado lo más probable es que quien hubiera perdido los estribos hubiera sido yo —confiesa, algo cohibida—, en mi antiguo colegio golpee a varias personas cuando estos me sacaron de mis casillas, y aún así estuve entre los mejores alumnos.

—[T/N] —susurra, observandola asombrado. 

—Los estudiantes de honor también tienen derecho a enojarse Deuce —para poder increparlo procede a tomarlo por ambos hombros, dejando las compras flotando con magia—. Y no debes seguir atormentado por tu pasado —lo sacude un poco—, lo que importa es como actúes de ahora en adelante. Lo hecho, hecho esta, y nada se puede hacer. Es por eso que mientras actúes en consciencia desde este momento, tu futuro será brillante, te lo aseguro.

Behind the mirror [Twisted Wonderland/Harry Potter]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora