Ran Haitani

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Un chico de trenzas bicolor se encontraba caminando por el sendero de un mirador en el bosque. Había decidido hacer una caminata en dicho lugar para relajarse.

En un lugar más adelante, una chica peliazul yacía sentada en uno de los bancos de ese mirador, se sentía vacía, había escapado de su casa ya que sus padres la trataban como basura. Según ellos porque ella les arruinó la vida por haber nacido, y más cosas hirientes hacia la fémina.

Su mirada no tenía punto fijo, sus hermosos ojos celestes no tenían brillo alguno, era infeliz, en su escuela se burlaban de ella porque corría el rumor que sus padres la maltrataban. No tenías idea como se corrió tal rumor, pero aquí estaba, ese bosque la relajaba, y sin duda la música, eran su lugar seguro.

Se preguntaba si alguna vez alguien la amaría tal como es, anhelaba que alguien llegara en su vida y hacerla feliz... Sin embargo, sus esperanzas eran mínimas. Pensaba que el resto de su vida iba a ser solitaria, sin compañía, sola contra el mundo...

Sacó sus audífonos y su celular para poner la canción con la que se siente tranquila, la cual entiende a la perfección, y no solo la letra, entiende el significado, sin duda amaba esa canción.

Ma dimmi la tue verità
Coraline, Coraline dimmi la tue verità
Coraline, Coraline dimmi la tue verità
Coraline, Coraline dimmi la tue verità
Coraline, Coraline...

El de trenzas escuchó una suave y apagada voz cantando más adelante, se preguntó quién podría estar en este sendero a esa hora, se guió por la voz de aquella chica cantando hasta llegar al lugar dónde se encontraba una mujer peliazul mirando la luna sin expresión alguna, esos ojos vacíos... Cantando una canción que el más alto no conocía

Coraline bella come il sole
Guerriera dal cuore zelante
Capelli come rose rosse
Preziosi quei fili di rame amore portali da me

Se senti campane cantare
Vedrai Coraline che piange
Che prende il dolore degli altri
E poi lo porta dentro lei

Coraline, Coraline dimmi la tue verità
Coraline, Coraline dimmi la tue verità
Coraline, Coraline dimmi la tue verità
Coraline, Coraline...

Estaba asombrado, nunca había escuchado una chica cantar así de bien, la ojiceleste no se percató de la presencia del Haitani mayor que estaba mirándola detrás de unos arbustos, sin esconderse. La fémina siguió cantando hasta que llegó a una parte de la canción que hizo que el de trenzas abriera los ojos más de lo normal.

E ho detto a Coraline  che può crescere
Prendere la sue cose e poi partire

Ma sente un mostro che la tiene in gabbia
Che le ricopre la strada di mine

E ho detto Coraline che può crescere
Prendere la sue cose e poi partire

Ma Coraline non vuole mangiare no
Si Coraline vorrebbe sparire

E Coraline piange
Coraline ha l'ansia

Coraline vuole il mare ma ha paura dell'acqua
E  forse il mare è dentro di lei...

La chica cantaba con tanta pasión esa canción, que para el Haitani mayor sentía que era irreal.
Quería saber qué la tenía tan apagada a aquella peliazul, en un momento, cuando quiso acercarse, sin querer pisó una rama sin verla, causando que la fémina se sobresaltara y miró para el lugar donde se hallaba el de trenzas. Se dispuso a agarrar sus cosas e irse de allí, sin embargo, el de cabello marrón y rubio la detuvo.

One Shots [Tokyo Revengers] +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora