Un policía encubierto entrara al Cartel de Seul para capturarlos a todos junto con su esposa quien también es policía, él agente Park Jimin experto francotirador y con una amplia experiencia en su trabajo tendrá que seducir al rey de las pistas cort...
Mis hermosas ARMY's Jikook'as aquí les traigo un nuevo capítulo más, una nueva actualización para que lo disfruten, quiero darles las gracias por formar parte de mi nave, *ustedes ya son parte de mi, parte de la nave*, gracias por su maravillosa respuesta a esta ardiente historia 🔥 que cada vez se podrá color de hormiga. Les mando un fuerte abrazo y por favor cuidense mucho, para las ARMY's Ciudad de México, cuidense mucho porque al parecer hemos vuelto a estar en semáforo rojo por la alza de contagios por influenza estacional y el bicho del COVID 19, tomen sus precauciones, ¡las amo hijas del pecado!
Sin más COMENZAMOS...
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Después de que aquella noche de primavera y de una carrera de autos de autos clandestina tipo Rápido y Furioso más un tiroteo en contra de la mafia rusa y culminadado en el sexo más exquisito y realmente disfrutable, Jimin iba despertando, estaba todo sudoroso, se sentó de golpe en la cama de golpe a penas recordó lo que pasó la noche anterior, para su sorpresa él estaba sólo, en su habitación, amaneció completamente desnudo. La luz del sol no ayudaba mucho pues como un impertinente entraba con fuerza por la ventana, se reviso el cuerpo y obviamente tenía signos de haber tenido sexo con alguien y ese alguien era Jeon Jungkook, aquel narco experimentado, el agente Park ya sabía que Jeon es práctica bueno en todo, pero no tenía idea que incluso en la cama también lo era, se volvió a echar a la cama, cerro sus ojos y recordó la noche de pasión que tuvo con su peor enemigo, al recordarlo inconscientemente sonreía y peor aún se estaba comenzando a exitar, en automático comenzó a acariciarse, estimulaba su miembro con delicadeza, mientras el chico pensaba en Jeon, en ese momento fue como si el tiempo parara, no podría negar que lo que hizo con el rey de las pistas cortas y lanchas deportivas le gustó, no más bien, le encantó. Se tocaba el agente con frenesí, con deseo, con ganas de volver a tener a Jeon en su cama Teniendo sexo con él, ahora el agente Park Jimin quería poseerlo así como Jeon lo hizo con él. Era algo sumamente extraño viniendo de parte de él ya que él se consideraba hetero y no gay.
Jimin — M~mm J~Jeon Oh! Ve~n y apag~ga esto que ~ ocasionaste. M~mm ah! Te pondré las e~sposas y jugaremos a l~os po~licias y la~drones te has portado m~uy m~al y ahora te vo~y a ca~stigar ~ mm~m que bien se si~ente jo~der. — Decía ese agente infiltrado pensando en su narco favorito.
Los polos opuestos no se caen, pero se atraen de una manera impresionante y eso es lo que Jeon y Park eran. Polos opuestos que al primer contacto y con solo escuchar su nombre se odian, por eso la reacción de Jeon al conocer el nombre de su eterno rival, el agente Park, pero descubren que del odio al amor solo hay un paso y que para bien o para mal, con una mirada, con una sonrisa y sas cae enamorado o enamorada de la persona que se supone odias con el alma, pero que al mismo tiempo deseas estar con esa persona, protegerla y hacerla feliz. Después de un fuerte suspiro y un gemido de placer, y de terminar por venirse en su mano, Jimin abrió los ojos, se levantó para ir a la ducha y tomar un buen baño pero con agua fría, porque aún con la ayudadita de manuela sus ganas de poseer a Jeon ahí estaban, volvían a su mente una y otra vez las palabras de Jeon hacia él, su declaración de amor por él. La manera como lo miraba mientras le hacía el amor, porque aunque él no quería admitirlo Jeon se entregó digámoslo así a Park con amor, con entrega, con pasión, solo como una persona realmente enamorada lo hace. Park se estaba comenzando a sentir cucaracha por jugar con los sentimientos de una persona, aunque fuera un agente infiltrado él sabía que tenía que cumplir con su trabajo de embaucar a Jeon, paraba sacarle toda la información necesaria y después hacerme pagar una muy buena y larga condena. Pero ahora estaba en un gran dilema, si tal vez ¿convencer a Jeon de dejar por las buenas esa mala vida e irse lejos de Seul los dos solos y vivir ese amor de contrabando, o entregarlo a la justicia y que pague su deuda con la sociedad? Tu qué harías en su lugar? Después de bañarse, salió del baño, se secó ese hermoso y deseable cuerpo, se vistió y salió rumbo a la cocina, al llegar a dicho lugar de la casa se encontró un papelito pegado a la mesa del comedor que decía...
