N/A: quiero que tengan en cuenta que en mi historia nunca paso El hijo de Sobek y El báculo de Serapis para los personajes, para Nina sí, pero para los otros no :3, ya pueden leer
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¡No! ¡No! ¡No!, me estaban matando de verdad, pero era bastante lógico que fuera ella la semidiosa diferente, era hija de un dios, de Osiris, pero su padre era mortal, el dios solo lo usaba de anfitrión, aun así, era hija del hombre, ella era una semidiosa al fin y al cabo, una diferente
Los chicos reaccionaron antes que yo, saltaron al otro lado de la barrera a ayudar a Sadie pero esta se paró demasiado rápido
-¿Quiénes son?-exigió saber poniéndose de pie y girando el báculo
-tranquila-dijo Annabeth extendiendo las manos-solo queremos ayudarte
Pero Sadie dudo y golpeo el suelo con su báculo
-N'dah-era un hechizo, lo recordaba muy bien, significaba proteger. Annabeth retrocedió tambaleando con una clase de impulso hasta caer al suelo
Percy se puso a su lado instintivamente mirando mal a la chica
-¿Cuál es tu problema?-quiso saber sacando a contracorriente, chille, ya que sabía que eso no lo tomaría bien la maga egipcia
Por un momento dije: naa, todo está bien, ellos se conocen de los cuentos cortos, el hijo de Sobek y el báculo de Serapis, esta bien. Pero no, Sadie no parecía recordar eso. Cuando miro la hoja de contracorriente alzarse la chica soltó su báculo, muchos lo tomarían como una señal de rendición, pero de un mago eso nunca era bueno, que soltara sus armas
El bastón blanco brillo antes de convertirse en una leona que se puso en guardia, como lo lobos de Artemisa, solo que la leona enseño los colmillos a la vez que flexionaba las patas y meneaba la cola
-vos no me hagáis atacaros-amenazo la chica entrecerrado los ojos. Leo avanzo
-tranquila chica, ¿Por qué no haces eso raro que hiciste para aparecer a tu gato y lo desapareces? ¿Abra cadabra quizás? ¿Presto?
Sadie dudo, pero luego movió su mano y la leona regreso a ser un trozo de madera
-vale, le tendré fe al duende latino, solo porque me recodáis a Cleo
Leo levanto una ceja sin entender, pero yo si lo hice, Cleo de Rio de Janeiro, una maga de la casa de Brooklyn
-¿Quién eres?-pregunto Percy sin bajar la espada, podía mirar la cautela y el recelo en su mirada, la misma que según Carter, Percy expresaba en el hijo de Sobek
-primero que nada-dijo la maga cruzándose de brazos-¿Quién sois vosotros?
Todos los chicos dudaron cautelosos, el ambiente se estaba poniendo tensó, ¡bien! Hora de que la única parte de ellos que los conociera hablara, pensé en: ¡por favor Afrodita!, no me has dado belleza, ni maldito amor, ¡dame al menos el poder de controlar con la voz!, uh, eso rimo
-eh, chicos-dije mostrando los brazos, Sadie levanto una ceja-¿puedo hablar con la chica un momento?
Todos asintieron pero Piper dudo un rato, cierto, las hijas de Afrodita con ese don no caían tan fácil
-¿Por favor?-le roge, ella sacudió la cabeza
-bueno, un momento
¡Heee! Quise gritar. Los chicos me mandaron una última mirada antes de regresar al interior del campamento