•Wʜɪᴛᴇ•

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Narra X
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Sus ojos escocian a mil demonios por las lágrimas quee salian de ellos sin ningun control, sus piernas tiraban y dolían del esfuerzo que estaba dando, sus manos sudaban y su corazón dolía de lo rápido que palpitaba, su mente estaba nublada como nunca antes, las luces de las oscuras calles de aquella ciudad tan sucia.

Escucho como detrás suya gritaban su nombre con desespero y dolor, aquella voz, la reconocería a kilómetros de distancia, esa voz que tantas veces le había dicho que le amaba, que le había prometido el mundo entero, que le havia susurrando tantas cursiladas al oído por las noches, y que ahora, suplicaba por qué le escuchase una última vez, pero su corazón no quería, no podía, lo soportaría escucharlo, no de nuevo.

Aún recordaba aquella habitación de hotel donde se había encontrado minutos antes, donde había encontrado a su mejor amigo, su hermano, su novio, la persona a la que había confiado su corazón hacía mucho tiempo antes, pero ahora no podía ni mirar a los ojos, lo había encontrado con una mujer, desnudos, haciendo un acto de 'amor', por llamarlo así, por que si no huviese sido por eso realmente el mismo le daría una ostia en la cara por tal subnormalidad, después de eso solo recuerda varios golpes, más bien muchos golpes sobre su persona, forcejeos, y una huida casi de milagro.

"Raul!" Otra vez los gritos, que tanto le estaban haciendo sufrir en ese momento, necesitaba espacio, necesitaba pensar, necesitaba sentirse seguro, realmente lo necesitaba.

Giro la calle con cuidado, ya que la humedad de las calles podrían producir algún accidente, para después volver a tomar velocidad, huyendo lo más rápido posible, giro su vista hacia atrás, pudo ver como el chico se resbalaba, callendo en el calle, dándole mucha más ventaja, pudiendo perder de vista aquel chico, pero no paro, necesitaba estar seguro que no lo encontraría, necesitaba esconderse, un lugar, donde el no le podría encontrar, que no lo conociera, que nunca le huviera contado sobre el, pero no havia ninguno, le contaba todo sobre su vida, ya que la verdad siempre había sido muy protector, solo havia un lugar donde se podría esconder.

La casa de Renato.

Su mejor amigo desde tiempo inmemoriales, que lo había cuidado durante años sin pedirle nada a cambio, el, en el podria confiar.

Se escondió en un callejón con cuidado de no ser visto por el chico, intentando recuperar el aliento, mientras intentaba calmar su corazón inquieto, seco levemente sus ojos con la manga de su sudadera, pudo escuchar los leves sollozos que salían de sus labios. Saco su teléfono, buscando directamente el contacto de su amigo, dando directamente a llamar.

Escuchaba como los pitidos sonaban repetitivamente, como un bucle, causándole asta dolor de cabeza y desesperación, cuando por fin alguien contestó a aquella llamada.

𝕆𝕟𝕖 𝕊𝕙𝕠𝕥𝕤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora