•Sᴛᴀʀs•

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Narra X
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Miro las hermosas luces que adornaban el cielo con tanta delicadeza, más bien llamadas estrellas, cada una de ellas tiene un papel esencial en ese oscuro y profundo cielo, son tan espectaculares a vista suya, le llenaba con un sentimiento cálido inexplicable, ya que el no lo podría definir, no conseguiría explicarlo con palabras, solo sabia que era maravilloso. Sintió unas corpulentas manos acariciarle la espalda con delicadeza, proporcionándole todo el cariño que necesitaba, era maravilloso, como las estrellas del hermoso cielo.

Giro su rostro con delicadeza, observando a su amado con cariño y simpatía, Renato lo miraba con una sonrisa hermosa, proporcionándole todo el apoyo que necesitaba, se acercó más a él, abrazandole por la espalda con delicadeza, reposando su rostro en la espalda ajena, con la respiración regulada, agarrando sus manos con cautela.

"Que estas haciendo?" Le pregunto el menor, abriendo los ojos delicadamente, Auron solo miraba el cielo con cierta ilusión.

"Observar" Dijo simplemente, relajando el cuerpo, apoyándose en el cuerpo ajeno, sintiendo la respiración del contrario en su nuca, esa respiración lo tranquilizaba de sobremanera.

"El que?"  Le pregunto con curiosidad, quitando el rostro de du espalda, para pasar a su hombro, apoyando su barbilla en aquel hueco expuesto solo para él, dejando leves besos por aquella zona tan suave, notando como el menor se tensaba levemente.

"Las estrellas..." Dijo con simpleza mientras intentaba relajar los músculos, pero todo su cuerpo reaccionaba a aquellos besos en su hombro "... son hermosas"

Rodeo su cuerpo con sus brazos, como si fuera un oso de peluche, sus besos empezaron a subir por aquel cuello con lentitud, el mayor apreciaba aquellos actos de simpatía que le eran proporcionados con tanta delicadeza, lo amaba, amaba aquella delicadeza, era tan hermosa como las estrellas.

Sus besos terminaron en los labios ajenos, apreciando el dulce sabor de ellos con delicadeza, Auron aceptaba aquel beso cual dulce a un niño, continuando aquel hermoso beso, mientras giraba todo su cuerpo para quedar frente a frente con su amado, teniendo más acceso a su cuerpo. Paso sus brazos por detrás del cuello ajeno, profundizando aquel beso que habían formado, apreciando como sus cuerpos encajaban como las piezas de un puzle, pero sus almas chocaban como el fuego y el agua, simplemente perfecto, eran perfectos tal y como eran.

Renato paso sus manos por debajo de aquella camiseta, acariciando la suave piel desnuda del mayor, suviendolas y bajandolas a un ritmo casi desesperante, intentando acariciar toda la piel posible que pudiese, como una droga, mientras que el mayor solo apreciaba aquel momento que estaban pasando los dos juntos, solo ellos, rozando sus cuerpos al compas, pero sin llegar a mayores, no era necesario.

Se separaron durante unos segundos, observándose a los ojos con cariño y amor, diciendose todo lo que sentían solo con unas leves miradas, solo ellos dos en aquella habitación, sin testigo alguno de aquellos actos tan hermosos, sin contar todas las hermosas y brillantes estrellas que reducían como nunca antes ante aquellos amantes. Renato sonrió con dulzura, observando como el mayor lo miraba con obsesión, como si necesitase todo de él en ese momento, queriendo que le demostrase todo lo que lo amaba solo con sus actos, retandole.

"Te adoro" Dijo con simpleza, atrayendo al menor entre sus brazos, como si quisiera protegerlo de algo, ser su escudo personal, y esconderlo de la oscuridad. Auron solo se dejó hacer ante aquellos brazos que tanto conocía, escondiendo su rostro en su pecho, mientras que por el rabillo del ojo observaba las estrellas, estaba realmente enamorado, de las estrellas, de sus abrazos, de sus besos, de sus caricias, de sus palabras, de sus sonrisas.

Estaba enamorado de Renato.

Dirigió su vista hacia arriva, observando como el mayor solo miraba por la ventana, sin forzar su rostro, solo mostrando una simple y verdadera sonrisa, una sonrisa que solo le pertenecía a él, una sonrisa que se podía comparar con la belleza de las estrellas.

"Yo tiempo te adoro, como nunca antes había adorado a alguien" Cerro los ojos con cansancio, escondiéndose aún más si fuese posible en el cuerpo ajeno, Renato, no, Reborn, era su luz, y era su salvación, era su conductor hacía el cielo, el y solo el lo conocía como la palma de su mano, sabía como tratarlo, sabía como actuaba y como reaccionaba, el y sólo el lo conocía como las estrellas el cielo, por eso Reborn era la única persona a la que a llegado amar en toda si vida, su alma gemela, su única y más preciosa estrella.

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761 palabras

Algo corto pero soft para aligerar la tarde bebés, tener un buen día.

𝕆𝕟𝕖 𝕊𝕙𝕠𝕥𝕤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora