CAPITULO N°3

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TW Prostitución, lenguaje sensible, depresión.

Esa misma tarde se escuchó un enérgico

-Nos vamos, empaquen y traigan a Magaly, ella se irá con nosotros!

Y así empezó la que sería mi nueva vida, resultó que el Julio del que hablaban antes de que yo despertara era el chamaco de mierda y que era un grande de la mafia mexicana con una reputación bastante salvaje y sanguinaria, tenía 24 años pero se veía menor, lo que le daba mucha ventaja, aún así, sabía que conviví con monstruos toda mi vida así que el no me daba miedo, si tenía que decirle sus verdades se las decía y ya, a la chamaca de la sonrisa siniestra le caí gorda desde el principio y más cuando Julio pareció intentar acercarse a mi, quería que me abriera con el pero siempre le respondí un seco: "El pasado en el pasado, el presente es lo que importa"

Habían más muchachos y muchachas a parte de nosotros. Las chicas empezamos como edecanes para ganarnos la vida y cuando menos lo pensamos ya eramos expertas en el oficio más antiguo, la prostitución. Los chicos junto a Julio empezaron vendiendo Metanfetamina en barrios problemáticos y cuando menos lo pensaron ya tenían un imperio de drogas, prostitución y un récord en asesinatos por ajustes de cuentas.

Al principio me costó, no lo niego, me sentía asquerosa, nauseabunda, lloraba todas las noches mi infortunio, sentía cuando un hombre me decía algo hiriente, cuando me violaba solo con sus palabras, y ni hablar del contacto físico, pero luego me acostumbré a mi vida porque me sentía protegida, eramos como una familia. Aunque nosotras las chicas nos acostaramos con decenas de hombres a la semana ellos, principalmente Julio, no perdonarían que alguno de esos neandertales nos hicieran daño alguno, después de todo, ¿Que es un poco de sexo? Con el tiempo me importaba poco con quien o con quienes debía gastar una o varias horas de mi tiempo que al final no como decía una novela... Solo se reduce a escasos 11 minutos.

Sufrí, lloré, no voy a mentir con eso... Pero no me detuve, lo hice cuando ya no quedaba la más mínima cosa que hacer más que resignarme porque el ser humano cree, y es muy cierto... Solo lo que desea creer.

°°°

-... Sigue hasta el final- dice él

-¿Sigo hasta el final? ¿Traiciono a mi marido, pongo la cocaina en la bolsa de mi rival y llamo a la policia?

Ríe

-¿Ves a esos jugadores? Siempre que tienen que hacer el siguiente movimiento. No pueden parar a la mitad, porque eso significa aceptar  la derrota...

Adulterio -  Paulo Coelho

°°°

De todas las enseñanzas buenas, acertadas y correctas que leí de aquel famoso -y para mí idolatrado- escritor. Solo puse en práctica esa... Sigue hasta el final.

Y la practiqué tal vez en el peor de los momento de mi vida.
Cuando me di cuenta de ello (si es que me dí cuenta en algún momento). Ya había traspasado el infierno y me había enamorado locamente de las llamas.

Dicen que la depresión tiene muchos síntomas. No querer levantarte de la cama, todo te cuesta, sientes culpa por no tener un motivo para sentirte de esa forma, apatía, todo te da igual que y por último, aceptas todo, absolutamente todo lo que estás sintiendo, ¿Para qué? Solo para sentir que te entiendes y a la vez permanecer vacío. Entonces viene el tan desgraciado suicidio, o al menos que el intento de suicidio.

En lo personal, yo salté lo del suicidio. En lugar de eso me sentí... Nada, no sentí nada, mi vida se reducía a una hoja en el caudal de un río. Iba donde me llevaba el viento.

Lo que ocurrió luego de aquel día es historia. Yo ya estaba acostumbrada, el dolor que me destruía por dentro preguntándome por qué... Pero... El masoquismo me decía que aunque mi padre me golpeara, me insultara y me hiciera tanto daño, al menos con Julio cerca tenía un resguardo para las noches lluviosas, un vaso de agua por si tenía sed, una cobija por si me daba frío, tenía un hogar si se podía llamar asi... Pero... ¿A qué costo?

SEÑORA VIDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora