RIDE (pain and scars) [BORRADOR]

PIE IZQUIERDO

Me senté sobre la cama y frote mis ojos por falta de sueño, moví mis piernas hacía el baño como si tuviera bolsas de arena en los pies. estando allí apoye mis manos en cada esquina del lava manos y al mirarme en el espejo lo primero que pude ver fueron mis ojos cafés resaltados de unas ojeras negras y profundas. Me quite el pijama dejándo todo en el suelo, acambio de eso mi piel tuvo un rose con el frío haciendome tener un pequeño escalofrio. Movi las perrillas de la ducha dejando que el agua caliente empezara a caer para que luego recorriera mi cuerpo.

Al terminar fui hacía abajo con pinky detrás de mi, mamá y papá estaban en la cocina -luego de dos días habían regresado aunque ellos dijeron que sólo sería una sola noche- ella está cocinando y el esta escribiendo algo en su computadora, me pare del otro lado de la mesa, estando enfrente de el deje el café, una taza y la cuchara, el alzo lentamente la mirada hacía mi.

-¿Qué haces aquí? -comento en un tono seco.

-Estoy por desayunar -hablé con obviedad y estirando la mano hacia donde estaba el azúcar.

Miemtras sentia su mirada camine hacia el mueble donde estaba la comida de pinky, hice puntita y estire mi brazo para poder alcanzarlo pero en cuanto hablo me di la vuelta enseguida.

-Tendrías que estar en la escuela en este momento.

-¿Escuela? Estamos en enero.

-¿Y no pensas terminar el segundo semestre de tu último año? -dijo sin dejar de mirar la computadora.

¿Me está hablando enserio? o ¿es sólo mi imaginación?

Antes que pudiera emitir algún sonido el lo hizo antes dejando mi boca entreabierta antes que pudiera decir alguna palabra.

-Antes que llegues hablaba con el director y dio el si para que vallas lo más antes posible a la escuela, o sea ya -levanto la vista y amplio la sonrisa.

-¿Ahora? -me queje.

El asintió con la cabeza sin dejar de sonreír, suspire profundo y me fui a buscar mis cosas. Al salir el frío me pego en la cara revolviendo todo mi pelo suelto -como odio el invierno- y lo loco de todo es que voy media hora de retraso, cosa que no pasaría si mi padre me hubiera avisado con anticipación.

empecé a correr como una loca, mis piernas me dolían por el esfuerzo y mi pecho me empezaba a doler haciendo que me costará respirar, sentí algunas miradas raras de las personas a mi alrededor mientras seguía corriendo como loca desesperada por la calle por llegar a tiempo (cosa que ya era tarde para llegar a horario).

Ya adentro del Instituto me cruce con una chica y le pregunté donde queda el salon por suerte me dijo donde estaba y segui sus instruciones, subí las escaleras como nunca había subido una en mi vida, me dirigí a la derecha y en el pasillo en la antepenúltima puerta estaba el salón de geografía. me quedé mirando la puerta, la respiración esta hasta las nubes, tome una bocada de aire y entre, vi como cada una de las personas se volteaban a verme y yo tan solo sonreí auque si se me hacia muy incomodo.

-Warren, -hablo la profesora -¿no?

Asentí con la cabeza sin borrar mi sonrisa.

-Mira ahí tienes un asiento libre, - señaló con el fibron en su mano-
y tienes falta completa.

Completamete mi sonrisa se esfumó, le hice caso, fui hasta el banco y me senté al lado de una chica pelinegra aunque la verdad no la observe muy bien porque el sueño y el cansancio me ganaba.

La clase continuó como antes que llegara, el tema de la clase es tan aburrido que mis ojos se empezaban a entrecerrar, coloque mis brazos por encima del escritorio y mi cabeza se escondió entre ellos hasta que caí en un sueño. Me desperté al escuchar una voz femenina y una mano sobre mi hombro.

-Hey -escuche entre dormida-
¡HEY!

Di un pequeño salto al sentir un chorro de agua caer en mi cara, eso me hizo levantar la cabeza de golpe en cambio la chica esta muy fascinada por la situacion hasta se empezó a reír.

-¿Que-qué paso?

-Nada, bueno en realidad te estas perdiendo una clase justo ahora.

-¿Eh?, no, no, no, no.

Si tenía sueño se me fue en ese segundo, mis ojos se abrieron del susto, cargue la mochila sobre mi hombro y salí corriendo -si lo sé que parezco loca corriendo por todos lados- al salir del aula pregunté a un chico que pasaba por al lado donde se encontraba el salon, pero el milagro no sucedió no sabia donde quedaba.

Le agradecí de todas formas y seguí mi camino a lo lejos vi unos chicos salir de un aula y lo único que se me vino a la mente que podría ser mi clase. Llegue hasta allí y vi a un profesor cogiendo sus cosas enzima del escritorio.

-Tarde Warren , -¿y ahora todos saben quien soy? -Tarde.

-Lo siento enserio profesor no sabe cuanto lo siento.

-Y expliqueme señorita warren -el profesor se dio cuenta para verme y Apoyó su trasero sobre el escritorio.

En el rostro se me formó una sonrisa, al ver su rostro lo reconocí al instante que se dio la vuelta, era el era Leonardo fui a abrazarlo al segundo que lo vi y el correspondió al abrazo, el fue uno de mis amigos de la infancia y su madre es una de las amigas de mi mamá hace muchos años.

-Se ve que no has crecido mucho - dijo entre risas.

-Siempre tan gracioso tú.

Nos separamos y nos miramos a los ojos el sonrió y yo le devolví la sonrisa.

-¿Y qué te trae aquí otra vez?

-Negocios lo de siempre.

-¿Entonces tu padre no ha cambiado en lo absoluto?

Negue lentamente con la cabeza. Leonardo movio su muñeca para acomodar su reloj y en el vio la hora.

-Bueno Paige me tengo que ir, tengo una reunión importante.

Le hice un gesto《de que esta bien》antes de irse me dio dos palmadas en el hombro y se fue, luego de un rato decidí salír aunque no todo iba lo mas bien a mi pie se le dio por resbalarse y caí al suelo como una tonta pensé que no me había visto nadie pero a lo lejos escuche una segunda voz y pude oir su risa.

Cuando levante la vista a donde se encontraba la persona me di cuenta que era el mismo chico con el cual me había abrazado el primer día en que llegue aquí. El camino hacía mi lentamente manteniendo sus labios apretados aguantando la risa, cuando estuvo cerca de mi estiró su mano para que yo la agarrase.

-¿Por qué siempre que te veo estas en el piso? o ¿ya es costumbre tuya que estés ahi?

Lo mire de mala gana pero de todas formas tome su mano y al levantarme me empecé a limpiar.

-Gracias.

-No hay de que.

Al pasar unos segundos el pelinegro decidió romper el hielo.

-Emmm... lo de la otra vez, yo.

-Esta bien no tienes porque disculparte.

-Me gustaría reconpensartelo, ¿un café quizás? -dijo sin mucha esperanza a que aceptara.

Auque no me apareció mala idea esta oferta, no tengo nada que hacer, tengo mucha hambre y mucho menos quiero volver a casa a seguir la rutina de todos los dias no quiero terminar el dia con el pie izquierdo.y un cafe no se le niega a nadie.

-Esta bien -dije asintindo con la cabeza y una sonrisa en el rostro.