CORA

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Dejo el auto me despido de mi chica favorita para estudiar de un beso en la mejilla. Subo por el ascensor y tomo las llaves de la mochila. Dejo la llave en la cerradura.

-Buenas noches busco a Eliot Soller-. Me giro y el repartidor sonríe.

-Te cancelare de inmediato- Dejo la mochila en el suelo. Le cancelo entrando. Entro con las bolsas deben estar en alguna de las habitaciones hasta que escucho la voz de los chicos. Dejo la manilla y abro la puerta.

-Eh venido, me eh arrepentido y recibí la comida- digo dejando caer las bolsas por suerte las bebidas las iba traer después por que pesaban mucho. Mis ojos se abrieron por completo. Los tres se miraban entre sí y yo los miraba intercalado. Mi sorpresa era enorme.

Teo estaba arriba de Eliot y Marc estaba por salirse de la cama totalmente desnudo. Me sorprendió el hecho de pillarlos por sorpresa no por el hecho que estuvieran los tres.

No supe que hacer hasta que mi celular sonó. Tomé las bolsas y me fui de ahí rápidamente de la habitación. Sin pensarlo dejé las bolsas y me senté en el balcón de otra habitación a lo lejos. Marc me llamaba, pero no quería hablar seguía en transe.

-Estabas aquí, estas sorprendida siento que eso fuera así. Sentimos que sucediera así- le miro y trae una camisa de Eliot y solo trae bóxer.

-Lo siento yo, debí llamar antes de llegarles por sorpresa. Siento interrumpir-Se que si otra persona estaría en mi lugar se iría de ahí. Pero ellos son mi pareja. No hemos tenido relaciones sexuales y en ese ámbito soy nueva. I tampoco sería la primera vez en verlos desnudos. Pero la sensación de tenerlos a los tres alrededores míos se hacía incapaz. No sentía que fuera buena para ellos. Mi nerviosismo y mi ansiedad crecía a cada segundo.

-No debes lamentar nada, te dimos la llave con total libertad y eso es lo que hiciste y está bien, solo fue algo inesperado pero ellos siguen con lo suyo. Nosotros te estamos dando espacio y si lo necesitas te dejare sola- Solo asiento mirando la ciudad ni eso me da tranquilidad. Buscar mis cosas y ir por algo para beber era lo único que estaba en mi cabeza.

Camino por el pasillo y esta Eliot contra la pared con sus ojos cerrados. Me acerco silenciosamente y me acerco hasta su rostro sorprendiéndolo.

-Debo irme mi amor, necesito unas horas de espacio. ¿Solo necesito pensar sí? - El asiente dándome un beso corto y dejándome libre de su agarre. Hice lo mismo con los dos restantes. Tome el auto que ya me esperaba.

A una hora encontré un bar. Un par de hombres me observaron por un segundo y se fueron a lo suyo. No suelo vestir con vestido y tampoco suelo maquillarme para nada.

-Que te sirves? - el chico me hace la pregunta mientras miro el listado. Me resigno diciéndole que me dé lo más fuerte.

-Espero que hayas comido- Solo lo bebo y pido otro no es la primera vez que bebo y tampoco me llevo mal con los tragos fuertes. (Pero no ceno y no está controlando sus ganas de irse deshaciendo de la imagen de los chicos).

Iba en mi sexto vaso y ya tenías miradas en mí. Los mareos ya estaban iniciando y no estaba acorde con el total de mis movimientos.

-Tengo el derecho a decirte que ya estas, deberías llamar a alguien - mis pensamientos tampoco estaban bien. Solo atine de enviar mi ubicación y decirles que vengan por mí.

-Puedes darme otro- El chico se resigna y me extiende una botella de agua y me ignora. Mi celular suena. Se que son ellos. Pero les ignoro mirando al resto de gente en el bar.

-Suele venir sola? ¿Necesitas un chofer? ¿Estas muy jovencita para andar sola? Debes estar dotada debajo de esa vestimenta- Le ignore al viejo verde el barista miraba de lejos a mi dirección sé que veía lo que pasaba.

¿Está muy grande para joderme la tranquilidad, tengo tres choferes y tres que te pueden partir y hacer añicos tu asqueroso trasero sabes? Pero desde muy chiquita que me las arreglo sola, se manejar y sé que los viejitos como tú no tienen huevos y ni la tienen larga, mierda-. Sus ojos se abrieron y sus puños se apretaron, pero antes de hacer algo el barista lo amenazo con que había cámaras.

-Debes llamar a alguien, no quiero problemas no es ser machista ni nada, pero si andas sola es peligroso y sobre todo si bebes- Solo le ignoro esperando a que llegaran en unos minutos, pero mi paciencia se iba acabando hasta que sentí el auto su motor era reconocible. No me movía seguía bebiendo del vaso. A este punto estaría muerta o con coma etílico.

Se que no fue el momento y la hora deben estar cansados por lo de hace rato y por el trabajo. Pero necesitaba desahogarme con algo. I no bebía hace mucho tiempo.

-Buenas noches caballeros, que se sirven- Los tres no dicen nada. Siento el olor de sus perfumes detrás mío.

-Vienen por mí, ya puedes dejarte de preocupar-El chico asiente quitándome el vaso que quedo a la mitad.

-¿Cuantos fueron?- Pregunta tomando mis cosas. No protesto ni tampoco contesto. Solo asiento para que le conteste.

-Casi nueve- hace un movimiento con el rostro del vaso de hace unos momentos.

-Nos vemos, gracias por lo de hace rato, te debo una- el viejo está sentado a metro mirándome lo sé por qué sentí su mirada.

Camino tranquilamente hasta la salida, con los en chicos detrás. Esta aparcado cerca agradezco a la vida. Camino sin esperarlo sé que van serios, pero no quiero retos.

Busco con la mirada el edificio, el aire golpea mi rostro y siento la mano en mi hombro por parte de Marc. Le ignoro y veo lo poco de ciudad que queda. Entramos a la carretera y llegamos a su casa.

Camino sin esperarlos. Dejo mi chamarra y me despojo de los zapatos. Me duele el cuello y la borrachera disminuyó en el trayecto aun sigo tonta, pero cociente.

Me meto a la ducha, siento el agua fría y me quedo allí estática unos minutos. Cambio la temperatura y busco el Jabón, pero no está. Maldigo, en eso se abre la ventanilla y esta Eliot. Sus manos traen las cosas y viene serio. Se une a mí.

-No te deje ir a pensar sola, para que te vayas a meter a un bar sola. Estas horas. Está lleno de mierda. - Le miro y sonrió asintiendo.

-Cual es el problema, que haya bebido o que estaba llenos de hombres- le miro enarcando una ceja y miran si lleva bóxer. Por mi suerte no los lleva.

-Te pusiste en riesgo, debiste avisar que ibas a ir a beber-. Me observa y baja su mirada a mis pechos y cruje sus dedos. Su mirada es frisa y su mandíbula esta calmada pero tensa.

-Tú y yo somos pareja no dueño del otro. Si me pusiese en peligro no lo sabría. Estaba bebiendo en un lugar con cámaras, tenía el celular con GPS prendido, tan pareja no soy- le miro enarcando la ceja y mirándole desafiante. Antes de mirarle el cuerpo sus manos me llevaron a la pared.

Me observó y sonrió. Sus manos tocaron mi cintura y me pego a él. Su pelvis y la mía estaban rosándose. Un gemido se escapó sin previo aviso.

-Tienes esta mierda al límite, ni tú te crees enserio de cómo me has hablado, grosera y distante no es lo tuyo hermosa- Le miro bajando mis manos a su cintura atrayéndolos más causando ficción.

-¿Tendré que averiguarlo, pero cuando llegues al limites puedo ayudar si gustas- él se ríe de mi en mi cara y el por qué? ¿No lo sé?

-Cuando eso pase no podrás decir lo mismo-Le enarco una ceja y sus manos toman mi trasero estrujando los. Me hace rosar mi intimidad con la suya y mis manos suben a su cuello.

-Cuando me cojan, lo sabremos- el me besa buscando algo en mi boca y solo me hace gemir con sus tocadas. Sus manos exploran mi cuerpo. Dejo que me toque y yo solo entierro mis uñas en su espalda.

-Te dejare hermosa, termina. ¿No quiero estar preocupado una hora para llegar por ti, espero que no vuelvas a pasar no quiero la próxima sí? - sus manos sostienen mi cuello y una de ellas acaricia mis labios.

-Terminare y me uno- El asiente y se va dejando allí toda la tensión sensual.

LA SUMISA DE LOS SOLLERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora