La (sartén)

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Había días en que Miqui, Tiquis Miqui, al salir del psicólogo, se sentía como un concursante de #eldesafío. Esta vez le había planteado el reto de desayunar algo cocinado a la... ¡No podía ni mencionarlo! En toda su vida, lo único que había utilizado para preparar el desayuno era el microondas y la tostadora.

¡Que si nunca había desayunado huevos fritos, dijo! ¡Ni en broma! Eso era una opción de cena. «¿Te comerías unos callos con garbanzos de merienda?», le respondió, y tuvo la osadía de decir que por qué no.

La puso al fuego. Al calentarse, emanaba olores de alimentos que se habían cocinado en ella a lo largo de los años. Llegado el momento, puso un par de lonchas de aquello.

El olor embriagador le liberó. ¡A la mierda la leche, las tostadas y los cereales! Desayunaría bacon hasta el fin de sus días.

Miqui, Tiquis MiquiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora