Sólo con mirarte

CAP 1. Como despedida

Atenea
Cádiz, España

- Estaré aquí en una hora o así.

- Está bien- dijo mi madre mirándome seria- Atena, cuándo vengas tenemos que hablar contigo.

Apreté un poco la mandíbula y acto seguido salí por la puerta, había escuchado a mamá y a papá noches atras hablar de la empresa familiar que teníamos, pero ese no era el problema, querían mudarse pero no mudarse de casa si no de país y bueno yo me niego totalmente.

Llegue al sitio, al cual a mi me gustaba llamar como mi lugar seguro, La Caleta, una playa de aqui de Cádiz y probablemente donde estaban los mejores atardeceres del mundo, por lo menos para mi.

Comence a bajar la escaleras para llegar a la arena, el sol ya estaba cayendo y la gente no tardaba en llegar.

Me sente sobre la arena y comence a pensar en mi familia, mi padre no era malo, pero siempre estaba trabajando, creo que nunca lo vi mas de diez minutos seguidos sin tener que atender una llamada urgente o algo asi relacionado con la empresa y bueno mi madre intentaba justificarlo pero casi siempre sin conseguirlo, ella no trabajaba pero si no estaba en una junta acompañando a mi padre estaba haciendo de ama de casa, mi padre insistio mucho en contratar a alguien para ayudarla pero ella era muy terca y si no lo hacia ella no le gustaba, asi que aunque ella estuviera en casa estaba siempre ocupada, además mi relación con mi madre no era muy estrecha por lo que apenas pasábamos tiempo juntas.

Aunque no me malinterpretéis, obviamente agradecía la vida que teníamos, nunca me faltaba nada y nunca tuve que mirar el precio para poder comprar algo simplemente lo agarraba y lo compraba, teníamos una casa muy grande, varios coches, lo último en tecnología y todos los viajes que quería, pero me faltaba algo tan sencillo como que mi padre se acordase de mi cumpleaños sin que su secretaria tuviera que recordárselo.

Cuando sali de mis pensamientos el sol se había puesto completamente, mire mi móvil y me di cuenta que llevaba dos horas aquí , me levante y me sacudí la arena, acto seguido puse rumbo a mi casa.

Reze internamente para que mis padres estuvieran dormidos, pero para mi buena suerte estaban en el sofa y para colmo llegaba una hora tarde, suspire y entre ganándome la mirada de los nombrados anteriormente.

- Se supone que solo iba a ser una hora - dijo mi madre con un tono un poco enfadado.

- se me hizo un pelin tarde

- ¿un pelín?- contrataco ella.

- Paola ya vale - le dijo mi padre - peque siéntate porfavor.

Para este punto yo ya estaba prácticamente llorando, ya sabía lo que iban a decirme y lo más probable es que mi opinión importase más bien poco.

Mi padre me vio la cara y dijo - creo que ya lo sabes - ¿o me equivoco?

Aunque no me gustaba llorar no pude evitarlo y me rompi - no me hagais esto porfavor - dije casi en un susurro - No podeis hacerme esto, no quiero irme, mi vida esta aqui, mis amigos, mi colegio, porque ahora tendria que entrar en uno nuevo y volver a hacer mi vida, la familia también esta aqui, vais a tirarlo todo por la ventana para iros a un lugar en el cual no conocemos a nadie, lo tengo todo aquí, pero no solo yo ustedes también y en eso teneis que darme la razon - hice una pausa - porfavor - les vi las caras y como supuse la decisión estaba tomada.

- ¿cuando nos vamos?

- El sábado- dijo mi madre a la cual se le habia escapado alguna que otra lagrimita.

- ¿puedo pediros algo?- dije a lo cual asintieron - El Cádiz juega aqui el domingo, dejarme verlos jugar en casa porfa, como despedida - se miraron y asintieron.

Acto seguido subi a mi cuarto y llore, llore como nunca antes lo había echo.

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Bueno este capítulo es un poco de presentación,

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