¿BEBE?

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Al momento que Leonid llego a la que seria su nueva casa, estaciono su auto, salió del mismo y fue inmediatamente hacia la entrada para encontrarse con la señorita de bienes raíces, no les voy a mentir, Leonid esta mas que solo nervioso, tal vez no era la primera vez que se encontraba con la señorita, pero, aun así, el hecho de encontrarse con una persona, lo ponían incómodamente nervioso...

-señor Leonid, buenos días, me disculpo por llamarlo tan temprano, pero como debió decirle su secretario, me voy a encontrar ocupada dentro de unas horas, y como usted me informo que quería la casa lo antes posible, pues- la señorita fue interrumpida por el gesto que Leonid realizo, dicho gesto fue poner la mano enfrente de el mostrando le la palma a la señora

-descuide, no darme todas las explicaciones... con que me diga que trae los papeles, me doy por bien servido... gracias- no buscaba ser grosero, para nada, pero, mientras menos estuviera ahí. Muchísimo mejor para el

-oh... si, disculpe, ¿pasamos a al lobby para firmar los papeles? –

-si... usted pase primero por favor-

-que amable, gracias-

La señorita abrió la puerta y ambos entraron. Una vez en el lobby, firmaron los papeles de propiedad y la señorita se retiro no sin antes...

-bueno señor Leonid, fue un gusto- le entrego las llaves de su nuevo hogar -si necesita algo, puede decírmelo-

-gracias... aunque dudo que sea necesario, pero gracias-

-eh... jaja... con permiso...- salió de la casa cerrando la puerta tras ella

-oh carajo...- suspiro y se tiro al suelo frio y reconfortante -pensé que nunca se iría-

Sin darse cuenta, fue absorbido por la comodidad de la frialdad, y se fue quedando dormido poco a poco hasta que entro en un sueño profundo. Sin embargo, comenzó un sueño, no con el que siempre soñaba, este era... diferente

...

Dentro del sueño estaba el, en la casa que recientemente había comprado, pero todo era diferente, había, ¿juguetes?... y... ¡oh por dios! Un bebe

-¿¡eh?! ¿Y eso de donde salió?- dijo Leonid -bueno... si se de donde salió, pero, ¿Qué haces en mi casa? ¿y sus padres?

Aquel bebe se acerco a Leonid con gran confianza y le extendió los brazos

-ehh... shu shu, aléjate de mi-

El bebe comenzó a llorar desconsoladamente y se tiro al suelo

-¡nonononoo! ¡No llores!, por favor... ¡eh! Ya te cargo- lo tomo en brazos, pero no acurrucándolo, más bien... parecía que había agarrado algo radiactivo

Este simple acto hizo que el bebe se calmara y comenzara a sonreír

-papa- dijo él bebe con una voz dulce, tierna, tanto que te envolvía en ella haciéndote caer en su ternura

-¿papá?... uy no, te equivocaste beb...- se interrumpió a si mismo al ver los ojos del bebe

Se había encontrado en ellos, esa miradita tan dulce que lo hacia querer cuidar de aquel bebe sin dudarlo

-que extraño-

Observo mas detenidamente al bebe, y noto dos cosas, tenia una marca en la frente, entre las cejas, un lunar, rojo como la sangre, como el que el tenía, y dos, él bebe tenia el collar que su madre le dio el ultimo cumpleaños que paso con el...

-mi collar...tu... ¿Quién eres? –

Sin aviso previo, solo despertó de golpe escuchando su celular sonar, era una llamada...

-¿Qué fue eso?...-

REGRÉSAME MI VIDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora