Nuria está contándole todo lo sucedido a Héctor mientras que yo estoy agotada, en el sofá con una manta y viendo la televisión.
—¿A que sí, t/n? —me pregunta, haciendo que vuelva a la conversación de repente.
—¿Qué? ¿El qué? —respondo.
—¿¡A que fuiste la fisioterapeuta de Pedri!?
—No, solo le ayudé con una venda y charlamos, déjalo ya —bostezo.
—¡Charlaron! ¡Juntos! ¡HA HABLADO CON ÉL! ¡Y A MÍ ME DIO SU CAMISETA! —le zarandea a Héctor, emocionada.
—Nuria, mañana tienes clases, a dormir por favor.
—Pero, si solo es la una de la mañana —frunce el ceño.
—Para ti eso es mucho, vete a dormir, estoy cansada.
—Mamá no me mandaba a la cama tan pronto. ¿Cuándo vienen?
—En unos pocos días, se tomaron muy en serio lo de “si vas a viajar, hazlo a lo grande”.
—Bueno, buenas noches —me da un beso en la mejilla y después a Héctor, yendo a su habitación.
—Deberías irte a dormir —aconseja mi mejor amigo.
—Sí, estaba esperando que mi hermana se fuera a la cama —bostezo y me levanto perezosamente, apagando la televisión —. Buenas noches.
—¿Cuándo voy a poder dormir en tu habitación? El sofá me destroza la espalda.
—Cuando lluevan cerdos voladores. Sabes que no me gusta que nadie invada mi espacio personal al dormir —chasqueo la lengua y me voy a mi habitación.
En cuanto caigo en la cama, me duermo tranquilamente.
[...]
Paro en una cafetería para desayunar algo porque estoy hambrienta, y por fin, desde hace semanas, puedo desconectarme del ordenador y el móvil. Me pido un croissant y un café con leche. Voy mirando por la ventana ya que tengo el coche en vado y no quiero que me multen.
Mientras desayuno, recibo una llamada del instituto de mi hermana. Descuelgo y hablo.
—Hola, ¿pasa algo?
—Buenas, Nuria dice que se encuentra mal, ¿puede venir a por ella?
—Está bien, en unos minutos estoy allí —suspiro y cuelgo la llamada.
Cojo el bolso, pago y me llevo lo que queda de croissant, cuando salgo de la cafetería, veo a la grúa metiéndose en carretera con mi coche.
—¡NO! —corro hacia allí —. ¡EH! ¡ES MI COCHE, SOLO HA SIDO UN MOMENTO! ¡OIGA! ¡LO NECESITO!
No me escucha, o más bien, no me hace caso y se va. Tiro el croissant al suelo, enfadada y me meto de nuevo a la cafetería para llamar al instituto y anunciar que no puedo ir. Llevo el pelo algo mojado de la lluvia, así que uso la chaqueta para que no chorre agua.
—¿Necesitas ayuda?
Me giro, asustada y veo al chico del partido.
—Tú me suenas de algo... —murmuro.
—En estos casos, soy yo el que se tiene que olvidar de ti, no tú de mí —se ríe.
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Jugando a enamorarnos [Pedri y tn]
FanficLa vida de t/n es muy simple, se levanta, mira el correo a ver si le aceptan su solicitud de trabajo, se decepciona y pasa los días... Hasta que un día, va junto a su hermana pequeña a ver un partido del Barça y se da cuenta de muchas cosas que no t...