Segundo Movimiento: La Melodía de una prueba

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Rin extendió su dedo índice y presionó el botón del interfono una sola vez; definitivamente no cometería el mismo error dos veces.

Esperó en vano obedeciendo la petición de solo tocar una vez el timbre; no se despegó de la silla hasta que hubo terminado de tocar. Pasados tres minutos de espera, fue justo cuando se recargó en la puerta y se puso en cuclillas para seguir esperando que se desbloqueara el seguro y la puerta se abrió. Gracias a ese movimiento Rin cayó de espaldas y quedó encima de Sesshomaru usando sus piernas como almohada y viéndolo con total sorpresa.

-¡Que rápido!

-No estaba tocando el piano.

Rin se puso de pie acomodando sus ropas y sacudiéndose el polvo; Sesshomaru aún no lavaba el recipiente que le dieron con la sopa por lo que para lavarlo y entregárselo la hizo pasar de nuevo a su departamento. Mientras pedía permiso para pasar, observaba que en la mesita de la sala había regadas muchas partituras y también había una taza de café. Seguramente estaba leyéndolas, se dijo a sí misma; Sesshomaru tomó el recipiente y se dirigió a la cocina para lavarlo, al darse cuenta de esto, Rin le dio alcance.

- ¡Permítame a mí hacerlo!

--¡No hace falta, hasta yo puedo hacer algo como esto!

- Pero, ¿Qué va a hacer si el recipiente se convierte en un monstruo y lo lastima?

No entendía qué era lo que trataba de decirle en ese momento, Rin le quitó el recipiente de las manos y comenzó a enjabonar la esponja; Sesshomaru regresó a su lugar en el sofá después de que ella le pidiera seguir con lo que estaba haciendo. Rin lavó el recipiente y aprovechó también para lavar la cafetera y una taza de café que parecía haber usado.

Al verla mover sus manos con destreza mientras lavaba los trastes, le dio la franca impresión de que en verdad era buena con las labores domésticas, solo que, a pesar de que había terminado de lavar los trastes, el recipiente todavía estaba mojado.

- Si espero un poco el agua se escurrirá.

Aunque dijera esto no era posible de ninguna forma que eso pasara en poco tiempo; pero, si decía eso Rin podía cumplir su deseo de esperar con él un momento. La llamo y Rin regresó a la sala.

-¿Qué pasó con tu trabajo hoy?- preguntó Sesshomaru mientras continuaba leyendo sus partituras. Le preocupaba un poco que Rin estuviera tan tranquila cuando se suponía qué debería estar trabajando los fines de semana en la panadería.

En cuanto a Rin, no era del todo extraño que de pronto olvidase los horarios de sus actividades.

-Los sábados y domingos hay una chica haciendo trabajo de medio tiempo así que Rin empieza su trabajo en la tarde noche y hasta que cerramos. ¡Ah! Lo olvidaba... la abuela Kaede me pidió que le entregara esto.

Levantó el rostro y la vio buscar algo entre sus cosas; mientras se preguntaba qué era lo que iba a entregarle, Rin sacó dos panes de melón. Parecía que incluso quería quedarse a tomar el té con él; Sesshomaru suspiró y le preguntó si quería algo de beber. Aunque realmente no tenía nada decente en el refrigerador que no fuera agua o alcohol; sin decir nada tomo la botella y Rin, que lo veía desde atrás comentó en voz alta...

-Señor Sesshomaru, soy menor de edad.

- Lo sé.

Chasqueó la lengua al ver que no tenía otra cosa que ofrecer cuando de pronto recordó que había visto un jugo parecido al vino en la habitación de atrás así que desapareció para buscarlo. Al momento en que volvió de regreso traía consigo una botella de algo que parecía un jugo de uva bastante espeso. Como no hacía frío tomó un vaso, colocó algunos hielos y le sirvió un poco.

深い森のピアニスト (El Pianista del Bosque Profundo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora