ɠυια ρɾαƈƚιƈα ραɾα ʋҽɳƈҽɾ α ƚυ ҽɳҽɱιɠσ [ʜᴀᴄᴋᴇʀ x ᴏᴄ]

Paso 3

Iguala a tu enemigo

¿Igualar a su enemigo? ¿Y eso como lo haría?

De las cosas que había hecho, esta era un tanto complicada, ¿qué debía hacer para igualar a Color? Tal vez tenía que ser mejor en las cosas que ella era habilidosa, pero ¿en que cosas ella era habilidosa?

La respuesta llegó sola cuando vió a Color sentada en una mesa en un parque, dibujando muy tranquilamente.

En ese momento se le ocurrió una idea, sólo tenía que verla de cerca, pero sin que ella se dé cuenta, y estudiar todos sus movimientos, y cuando menos lo espere la haría desaparecer.

Se acercó lentamente sin llamar la atención, aunque por su vestimenta tal vez si lo hacia un poco, pero eso no importa mientras ella no lo notara.

Cuando estuvo lo suficientemente cerca se escondió tras un árbol, la miraba discretamente desde ahí. Decidió acercarse un poco más, pero se dió cuenta de algo: siempre la liaba cuando estaba muy cerca de ella. Se arrepintió, por lo que decidió alejarse unos cuantos metros, pero al hacerlo tropezó con un tacho de basura tirándolo a su paso. Rápidamente lo recogió y lo colocó en su lugar, luego siguió intentando pasar desapercibido, aunque no le funcionó mucho que digamos.

—¡Hacker! —lo llamó alguien muy felizmente

Se dió media vuelta lentamente, encontrándose con la última persona que quería que lo descubriera.

—Hola, Color —dijo él en saludo, la había vuelto a liar otra vez

—No esperaba verte por aquí —habló ella con simpatía

—Ah, pues yo... Sólo pasaba por aquí —se excusó rápidamente

—¿Quieres acompañarme? —preguntó Color repentinamente

—¿Qué? —la miró algo sorprendido y confundido

Ella señaló el material de dibujo como una invitación a acompañarla a dibujar.

—Eh, la verdad yo... —el Hacker dudó unos momentos sin saber que decir

—Entiendo si tienes cosas que hacer, no te molestaré si es así —sinceró Color con la mirada algo entristecida

—No no no, está bien, si puedo hacerlo —terminó por acceder a su petición

En serio esta vez sí que había metido la pata muy feo. Era increíble como se dejaba manipular por su enemigo tan fácilmente, había caído muy bajo.

...

Gruñó al ver como había quedado el dibujo, según él había quedado horrible, definitivamente el arte no era su fuerte.

—¡¿Por qué esto es tan difícil?! —exclamó enojado arrugando el papel con el dibujo

Mientras él peleaba con él mismo por no ser tan bueno, ella reía al ver su actitud un tanto infantil, le parecía tierno que peleara con un simple dibujo.

—No lo es, sólo que no tienes suficiente paciencia para hacerlo —apuntó ella mientras tomaba un nuevo papel y un lápiz

—Soy paciente, pero esto me hace acabar esa paciencia —refunfuñó cruzado de brazos

—Ven, deja que te enseñe —lo tomó de la mano y le dió el lápiz

Fue guiándolo con paciencia, tenía su mano sobre la de él para guiarlo poco a poco. Hacker por otro lado dejaba que ella le enseñara, estaban tan cerca que el sonrojo había vuelto a su rostro, apenas se notaba gracias a que la máscara que usaba le cubría.

Color volvió a su dibujo y Hacker continuó él solo haciendo su mayor esfuerzo.

Después de un rato ya había terminado, está vez sí se sentía orgulloso del resultado, tuvo un poco de ayuda, pero valió la pena.

—Ya he terminado —avisó mostrándole su dibujo a ella

—Yo también he terminado —imitó su acción y mostró el dibujo ya culminado

El rostro de Hacker mostraba sorpresa al ver el dibujo, su corazón extrañamente empezó a latir más rápido por eso.

—Soy... Yo —dijo viendo que el dibujo de Color era un perfecto retrato de él, ella sólo asintió con una sonrisa

—Tu dibujo quedó muy hermoso, ¿lo hiciste con tú imaginación? —comentó ella mirando la hoja con el dibujo

Era una casita, como la de un dibujo de un niño, pero estaba muy bien dibujada.

—Pues sí, así era mi casa —confesó jugueteando con el color en su mano—, al menos así la recuerdo

—¿La recuerdas? ¿Acaso ya no tienes una? —preguntó un poco desconcertada por esa respuesta de parte de él

Hacker bajó la mirada por su pregunta, no tener un lugar donde vivir no era algo de lo que le gustara hablar.

Por otro lado esa reacción por parte de él fue una respuesta clara para ella, tal vez no fue buena idea preguntar.

—Oye, si quieres tú puedes... Venir a vivir conmigo —propuso ella con algo de timidez, eso sería una gran responsabilidad, pero valía la pena intentarlo

—¿En serio? —dijo él con emoción, pero luego lo pensó mejor— Pero no me gustaría causarte molestias

—No es molestia, sería genial que vinieras a vivir conmigo —insistió ella

No. No podía aceptar algo así, por mucho que lo quisiera, estaba mal según él, lo mejor era decir que no.

—Me gustaría eso, pero tendré que decir que no —terminó por rechazar su propuesta