love you - Jasper Hale

T R E S

- capítulo tres; boda -

 Jade Benvenuti:

Pasaron dos días desde que llegué a Forks. Sin duda, todo aquí era muy agradable, en especial los Cullen. Para mi sorpresa, todos me hicieron sentir como en casa; he convivido con cada uno de ellos, a excepción de Jasper. Él era el único que se mantenía alejado y era un poco reservado; apenas he podido cruzar algunas palabras con él, aunque me intrigaba su mirada intensa y su aura misteriosa.

—Es muy lindo, Alice —dije al observar su vestido de novia de corte sirena, que se ajustaba a la perfección en la parte superior y se ensanchaba graciosamente desde la rodilla, creando una silueta elegante y moderna. El vestido era de color blanco perla y tenía delicados bordados de encaje y perlas. Alice lo había diseñado ella misma.

—Esto es como un sueño —confesó, con una sonrisa sincera en su rostro. Sus ojos dorados brillaban de emoción y amor.

Stefano era el hombre de su vida, y ella la mujer de la suya. Estaban hechos el uno para el otro, y yo estaba feliz por ellos. Hoy sería el gran día, el día en que se casarían y sellarían su amor eterno.

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Los prometidos pidieron que la boda fuera solo entre familia y así fue. La suave brisa jugaba con mi cabello mientras mis ojos recorrían cada rincón del patio trasero de la mansión de los Cullen, absorbidos por la magia que Alice y Stefano habían tejido con su toque único.

Las mesas estaban dispuestas con elegancia, cubiertas por caminos de encaje que conferían un aire romántico. Arreglos florales exquisitos, una sinfonía de peonías blancas, adornaban cada superficie. El suave aroma de las flores flotaba en el aire, llenando el entorno con su dulce fragancia. En el centro de cada mesa, había una vela que creaba una atmósfera íntima y acogedora.

El rincón de la ceremonia presentaba un arco floral majestuoso que se alzaba como un altar de ensueño.

Mientras absorbía cada detalle, me daba cuenta de que la boda no era solo un evento; era una expresión de amor y sofisticación que resonaba en cada rincón del patio. Al dar inicio al primer baile de la noche, "Unchained Melody" comenzó a sonar. Si pudiera llorar, lo haría; esta es una de las canciones favoritas de mi hermano. Él y Alice se acercaron al centro del patio, tomados de la mano, y comenzaron a bailar con suavidad y armonía. Se miraban a los ojos con ternura y pasión, ambos se sonreían con complicidad y felicidad.

Antes de que los recién casados se fueran a su luna de miel, tuve la oportunidad de hablar con Stefano. Ambos nos encontrábamos alejados de todos, en un rincón del patio trasero de la mansión de los Cullen, donde se había celebrado la boda.

—Felicidades, Stef —le dije, dándole un abrazo.

—Gracias, gracias por estar aquí conmigo —me agradeció, devolviéndome el abrazo.

—No tienes que agradecer, recuerda que siempre estaré para ti. En serio, me alegró mucho que pudieras encontrar a la chica perfecta —le expresé, con sinceridad.

—Yo también —hizo una pequeña pausa—. Créeme que algún día tú encontrarás a tu pareja, y está más cerca de lo que crees —me dijo, con una sonrisa misteriosa.

Me quedé mirándolo un poco confundida.

—¿De qué hablas? —pregunté, curiosa.

Sin embargo, él no me respondió, solo me dio una sonrisa y se fue, dejándome aún más confundida. ¿A qué se refería con eso?

Cuando fui a buscarlo, él ya estaba a punto de irse con mi cuñada. Los vi subir al coche, que los esperaba en la entrada de la mansión. Alice se despidió con la mano y Stefano me guiñó un ojo.

—Stefano —lo detuve antes de que cerrara la puerta del coche—. ¿Puedes explicarme eso que dijiste hace rato? —insistí, esperando una respuesta.

—Hermanita, tienes que descubrirlo tú —dijo, para después marcharse.

Y de nuevo me había dejado con muchas dudas. ¿Qué quería decir con eso? ¿Qué era lo que tenía que descubrir? ¿Y por qué estaba tan seguro de que encontraría a mi pareja?

Tantas preguntas rondaron por mi cabeza y ninguna tenía respuesta. 

-HF