Nuestro niño - [Felix, Chan, Hyunjin]

Chapter 18

Narra Felix:

—¡Date prisa, vamos a llegar tarde!— Jisung me gritaba desde el salón.

Era lunes, debía ir a clase y aún ni siquiera me había puesto el uniforme. No había dormido estos últimos días, me sentía culpable por lo ocurrido durante el fin de semana. Hyunjin ni me escribió ni me llamó, simplemente no sé nada de él y al parecer Chris tampoco tiene idea del paradero del menor. Hyunjin había quitado la llave bajo la maceta de su jardín, esa que Chan siempre solía utilizar para entrar por lo que estaba claro que no quería verle ni a él ni a mí.

No entiendo por qué me siento tan mal haciendo esto, ni siquiera era lo que quería, simplemente quería vengarme y acabé haciendo añicos su estabilidad emocional y creo que su corazón también...

—Lix...— Seo frunció el ceño al verme bajando las escaleras.

—Ya estoy, ¿Nos vamos?— dije.

—No tienes buena pinta, ¿Tienes fiebre o algo?— preguntó Sungie acercándose para posar su mano en mi frente. —¡MIERDA, FELIX! ¡Estás ardiendo!

—Lo sé.— Dije de forma chistosa, recordé que Hyunjin también solía decir esas cosas cuando menos lo esperaba y mi sonrisa desapareció.

—Deberías quedarte en casa, te puede dar algo en clases.— Sugirió Changbin haciendo que me tumbara en el sofá. —Podrías llamar a Hyunjin o Chris para que te hagan compañía, a esos no les importa saltarse clases.

Obviamente, no le había contado nada de lo ocurrido a mis amigos y mucho menos a Jisung.

—Estaré bien, de todas formas no me apetecía ir a clase, necesito dormir.— dije tirándome al sofá haciendo un ademán con la mano para que se marchen, y así lo hicieron.

Agarré el teléfono y vi el contacto de Hyunjin tras el de Chris, quería saber qué tal se encontraba, cómo estaba, o si me perdonaría.

¿Por qué me sentía así? ¿Por qué quiero que me perdone cuando él me hizo cosas peores? Realmente pareció dolerle todo lo ocurrido y ni siquiera sé por qué, creo que aún no le conozco tanto como pensaba.
Marqué el número del rubio y este contestó casi al instante.

—Hey, ¿irás a clase?— preguntó con un tono desanimado.

—No, tengo fiebre alta.— Dije seco. —¿Tú irás?

—No, no me apetece.

Un silencio incómodo se hizo presente en medio de la llamada, podría jurar que Chan había colgado si no escuchara el sonido de los coches de la calle de fondo.

—¿Estás en la calle?— pregunté simplemente para romper aquella tensión.

—Ajam, frente a la casa de Hyunjin, supongo que él tampoco irá a clases.

—Voy a llamarlo, quizás a mí sí me conteste.

—¿No lo habías llamado?— preguntó Chan sorprendido.

—N-no me atreví, me sentía mal...— confesé.

—Está bien, si te perdona suplícale que me perdone también.

—No.—Bufé y colgué.

Tardé aproximadamente diez minutos en decidirme si llamarlo o no, ¿qué iba a decirle si contestaba? Aún no lo sabía pero ya estaba marcando.

—Hola.— escuché una voz ronca del otro lado de la línea.

—¿H-hyunjin?— pregunté sintiendo como la fiebre subía poco a poco y mi pecho se encogía al escuchar su voz, mi corazón se había acelerado de un momento a otro, es como si sientera una adrenalina peculiar con tan solo oír unas palabras salir de sus labios.