Nuestro niño - [Felix, Chan, Hyunjin]

Chapter 27

—¡Hyunjin!— grité y me puse unos zapatos para seguirle, cosa que no era fácil ya que iba corriendo en dirección a casa de Chris. Hacía frío, no llevaba ni siquiera una chaqueta y estaba lloviendo, pero eso no era importante ahora.

Cuando llegó a la puerta la aporreó como si por darle más fuerte Chris fuera a abrirla más rápido. Traté de llegar antes de que el mayor abriera la puerta y algo peor pudiera suceder, pero yo era lento.

Chris abrió la puerta y sonrió al ver a Hyunjin al otro lado, sonrió como si nada hubiera sucedido hacía unas horas atrás, pero esa estúpida sonrisa se le borró en cuanto Hyunjin llevó su puño a una de sus mejillas.

—¡Maldito imbécil! ¡¿Acaso eres un animal?!— Gritaba Hyunjin empujando al mayor quien cayó al suelo de espaldas. Yo, finalmente, me encontraba detrás de Hyunjin observando la situación con algo de miedo.

—¡¿Qué te contó este infeliz?!— gritó Chris señalándome. —¡¿Acaso te contó lo que ha hecho e iba a seguir haciendo?! ¡Si fuera así no estarías aquí!

—¿Qué mierda hablas?— Habló Hyunjin entre dientes agarrando al mayor por el cuello de su chaqueta. —Ya me contó imbécil, no quiero volver a verte, no vuelvas a tocarlo ¿Oíste? Como vuelvas a hacerlo estarás ¡muerto!— gritó soltándolo en el mojado césped.

—¡Hyunjin! ¡No me digas que no te advertí luego! ¡Este idiota va a hacerte daño! ¡El que debería estar muerto es él!— gritó haciendo que sintiera una punzada en el pecho.

Auch.

—¡Cierra la maldita boca!— Hyunjin trató de calmarse, respiró en silencio y miró en mi dirección, yo di un paso hacia atrás asustado por la situación. —Felix, vete a casa...— Me dijo mirándome con el ceño fruncido.

—¿Qué? ¡No! Hyunjin, ya déjalo... Vámonos.— Supliqué tirándole del brazo.

—¡QUE TE VAYAS!— Me gritó.

Esto dolía demasiado, lo estaba pasando realmente mal y lo que menos quería era que Hyunjin se enfadara conmigo, así que me dí media vuelta y caminé sin ganas hasta casa de Jisung, no quería ver a mamá, me preguntaría que ha pasado y claramente no sabría qué decirle sin que la opción de ser gay se mencionara.

Quise tocar el timbre para esperar a que Jisung me abriera la puerta, sin embargo un apuesto Minho de pelo morado abrió la puerta antes de que tocara el timbre.

—O-oh, lo siento... Pensé que Jisung estaba solo.— Me disculpé y me di la vuelta para irme, pero Minho vio mis ojos hinchados, mi cabello empapado y aquella estúpida marca que Chris había dejado en mi brazo por lo que agarró mi otro brazo con delicadeza.

—¡Espera!— dijo. —Yo ya me iba... Y creo que necesitas hablar con Sungie, entra.

—Gracias.— musité.

—¿Lix? Pensé que te quedarías con Hyunjin, ¿Pasó algo?— preguntó. —Espera, primero debes abrigarte, no puedes salir así, te dará pulmonía.— exageró y me buscó una manta, yo me quedé quieto en la entrada de la casa observando a Minho, quien me miraba confundido.

—¿Fue Chris?— preguntó el pelimorado señalando mi brazo, yo lo escondí incómodo y no respondí. —Y-yo, ya me voy, siento no poder quedarme hoy Sungie. Nos vemos mañana.— Traté de no llorar cuando Minho le dio un beso dulce a Jisung, sentía envidia, podríamos haber sido Hyunjin y yo si Chris no fuera un imbécil.

—Bueno, vamos.— Dijo Jisung cuando finalmente el pelimorado salió por la puerta. Caminamos hasta su cuarto y una vez allí volvió a hablar. —¿Quieres dormir aquí? Tenemos toda la noche para llorar, reír y maldecir a esos infelices.— Sonrió mi peliazul amigo tirándose en su cama.