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𖧷 ⁺ ˳ . ⊹ .
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—Daelyra, ¿tienes un minuto?
La voz de Aegon hizo que se me cayera el libro que sostenía en mis manos. Llevaba casi una hora y media leyéndole al príncipe Daemon una historia sobre una batalla de Dorne y el rey Aegon I Targaryen. Algunos buenos momentos que tenía se debían a que solía pasar el rato en compañía del príncipe, del cual me había encariñado muy rápido.
Recogí el libro con algo de nerviosismo mirando de reojo al par de ojos lilas que me miraban atentos.
Miré al príncipe con un vestigio de incomodidad para hacerle saber que esperaba contar con que no permitiera que me quedara a solas con el hermano mayor.
Pero su sonrisa pequeña y burlona lo dijo todo.
—Si tienes problemas búscame —murmuró con suavidad dándome un apretón en el hombro con ligereza mientras pasaba por mi lado.
Todo este mes me la pasé tejiendo, alistando los cordones de los zapatos de mi armario, yendo a mis clases de postura y modales, pero lo que más me ha hecho sonreír son mis ratos de lectura con el príncipe Daemon. Quién es demasiado gracioso y burlón, además de que siempre me cuenta una historia sobre una aventura que tenía con mi padre junto al rey Viserys cuando jóvenes, nunca me ha faltado al respeto y siempre me trata como si fuera una de sus hijas.
