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Era irónico ir a la terraza de nuevo en busca de que el otro muchacho que conoció volviera a ir, de todas formas, ¿Que había hecho ese tipo ahí aquella vez? No le veía una razón realmente lógica de estar ahí solo, pero lo dejaría pasar... Aunque no tenía más que pensar que en sólo eso.

— ¿Cómo te llamas? —Preguntó al humo del cigarro, técnicamente a la nada, se supone que esa pregunta se refería al chico de cabello chocolate, pero no estaba ahí. Solía hablar solo con el cigarrillo en su soledad.

— ¿Con quién hablas? —Preguntó una voz aguda detrás suyo, le parecía realmente familiar, eso le hizo voltear para luego notar esos ojos lechosos que tanto le habían llamado la atención, incluso sus flama se volvieron más brillantes en su presencia como si de un niño se tratara, no veía razón para eso.

— Tú...— Murmuró, tirando el cigarro al suelo y pisandolo para que se apagara ahí mismo, se dio vuelta por completo para quedar cara a cara con el muchacho.— Eres el tipo de la otra vez. —Notó un rostro confundido en el muchacho de lentes, hasta que pareció recordar.

— ¡Oh! ¡Claro, claro, sip! Soy ese, soy ese.— Respondió alegre, como si hubiera olvidado que hace unos días él habría caído desde quién sabe cuantos pisos. Ciertamente ahora que lo recordaba agradecido que lo haya agarrado.
Miró de reojo la muñeca del muchacho por un momento, notandola vendada, debía seguir herida por su temperatura.

— Lamento haberte lastimado, y agradezco que me hayas ayudado a subir.— Dijo, notando como el otro muchacho negó con la cabeza de manera animada, parecía un niñito emocionado con cualquier cosa, o alguien muy exagerado.

— No, no, no, no te disculpes, enserio, esto no es nada, no me hubiera gustado dejarte caer.— Tenía un punto... Parecía buen chico ahora que lo veía de cerca, quizás podría empatizar con él, o quizás no.
Depende.

— ¿Cómo te llamas? —Preguntó de la nada, basta de agradecimientos, prefería saber cómo se llamaba o si siquiera vivía ahí, pero a juzgar que volvió suponía que sí, a menos que estuviera visitando a alguien.— Soy Magma, por si te interesa.— Se encogió de hombros mirándole, por si llegaba a desconfiar, no le importaba decirle su nombre de pila a un desconocido.

— Oh, es un gusto Magma, soy Fallo.— Respondió ese muchacho con una sonrisa en los labios ahora mismo parecía estar cómodo con su presencia. Era raro considerando que el otro día había deseado que lo soltara para caer.

— ¿Fallo? — Preguntó confundido, vaya nombre... Pero suponía que estaba pasable.— ¿Quién le pone Fallo a su hijo? Eso es cruel.

— Jaja, sí..— El muchacho se rascó suavemente una de sus mejillas con una pequeña sonrisa para luego pensar en algo, no sabía realmente qué estaría pasando por su mente, aunque a juzgar por su reacción debe haber recordado algo malo.— ¡De todas formas! ¿Qué haces aquí? No quiero que vuelvas a caerte por fumar.

— Ya... Quizás tengas razón, pero es algo inevitable mi querido Fallo. ¿Qué haces por aquí también?— Preguntó mirando al otro muchacho por un momento, le parecía sospechoso que estuviera ahí también, dos veces ya.— ¿Fumas?

— Claro que no.— Se notó ofendido, hasta que le señalé el cartel de “zona de fumadores” que estaba cercano a él, eso le hizo quedarse callado por algún tiempo.— Quizás un poco, pero no vengo todos los días como tú.

— ¿Quién soy para juzgar? Es bueno que no fumes siempre.— Respondió de forma tranquila mientras volvía a abrir la cajetilla de cigarros y le extendía uno al pecoso.— ¿Quieres fumar conmigo? —Preguntó al contrario, notando como parecía pensarsela y luego de un rato, sacó uno.

— Uno no hará mal.

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⏰ Última actualización: Jan 26, 2023 ⏰

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𝐂𝐈𝐆𝐀𝐑𝐄𝐓𝐓𝐄   ﹫   Magll𖦹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora