— Menos mal, todavía no a salido.— dijo en un susurro entrecortado el de gafas.
Eran las cuatro y veinte. Richie como siempre llegando tarde a todo, tuvo que correr desde la casa de su tía hasta la floristeria.
El pelinegro se sentó en un banco cercano a esperar que Will saliera de la floristería. Poco más de cinco minutos después, este salió del local entregando un delantal a una señora y con una sonrisa se despidió de esta.
El castaño se dio la vuelta divisando al pelinegro, dirigiéndose a el con una sonrisa en el rostro.
—Hola, perdón por hacerte esperar. ¿Llevas mucho aquí sentado?— balbuceó rápidamente el castaño apenado.
—Eyy, tranquilo solo llevo aquí unos minutos.— dijo el de gafas con un tono despreocupado para calmar al ojiverde. —¿Quien era esa mujer?— preguntó.
—Se llama Margaret, ess una amiga de mi madre. Le estaba sustituyendo unos dias en la floristería, asi que ya e terminado de trabajar allí.
—Vaya, eso quiere decir que podremos estar más tiempo juntos.— dijo guiñando un ojo al terminar la frase.
Will se rio bajo con un toque de color el sus mejillas. Richie se quedó mirando aquel panorama tan hermoso ante sus ojos.
—Hermoso.— susurro casi ineludiblemente el más alto.
—¿Eh?
—Nada, nada. Vamos que se nos hace tarde.— decía rápidamente el de gafas levantando se del banco.
—Esta bien.— dijo el castaño dudoso por el comportamiento de su amigo.
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—¿Qué cosas hacias donde vivías antes?— preguntó el castaño
—No hacia mucho la verdad, estaba casi siempre con mis amigos, los perdedores, ibamos al lago y al arcade eso era lo que mas me gustaba, soy muy bueno.
El castaño rio y siguió guiando al pelinegro por el pueblo, tomando menos tiempo en los sitios menos relevantes.
—Bueno, este es el parque. Por aquí ahi una tienda, deberíamos ir comprar algo de beber y descansamos hace calor.— recomendó el castaño.
—Vamos, estoy agotado. Me has enseñado todo el pueblo.
—No todo, falta algo.
—¿El qué?— preguntó.
El castaño rio y fue rumbo a la tienda seguido por el pelinegro. Después de salir de la tienda con algo de beber se sentaron en un banco cercano donde daba sombra. Se quedaron en silencio, en un silencio comodo, sentados en la sombras, escuchando cantar a los pájaros, con una brisa suave, mientras veian a los niños jugar a lo lejos. Un momento tranquilo donde el ambiente y la compañía del uni al otro era la mejor sensación.
—¿Qué es lo que falta por que me enseñes?—pregunto el de gafas rompiendo el silencio.
—¡Es verdad, casi se me olvida!— exclamó. —Vamos o se nos hará tarde.—
El castaño se levanto del banco seguido del de gafas.
—¿Enserio no me vas a decir a donde me llevas?— preguntó el pelinegro con un toque de falsa indignación. —¿Sabes que esto es secuestro no?—
—No lo es, tu me me estas siguiendo.— dijo riendo. —Quiero que sea sorpresa ya que es uno de mis lugares favoritos del pueblo y estoy casi seguro de que te gustará.—
—Entonces, vamos. ¡No perdamos tiempo!— exclamó el de gafas tomando de la mano al ojiverde.
Las mejillas del castaño se tornaron de carmesí ante el contacto con el más alto, pero eso no quitaba que se sentía comodo, se sentía protegido de alguna forma y eso le encantaba.
Tomados de las manos llegaron a su destino nada mas y nada menos que un arcade.
—Bueno, aquí estamos. ¿Qué te parece?— preguntó el castaño con un tono de nerviosismo en la voz. Temía que se hubiera equivocado y al azabache no le gustara el sitio.
—No me gusta.— dijo en tono serio. — Me encanta, este es unos de los mejores lugares que me as enseñado.—
—Por un momento me habías asustado.— dijo el mas bajo con un pequeño tono de enfado en su voz.
—Anda, deja esa cara. Vamos a jugar
Ambos adolescentes entraron al establecimiento, no había mucha gente,cosa que era mejor para los dos jóvenes, ya que podrían estar más cómodos.
—¿Preparado para perder byers?— preguntó el de gafas con tono desafiante.
—Nunca.— respondió el castaño.
Estuvieron toda la tarde de un juego a otro, en los cuáles ganaba casi siempre el de gafas. Fue una tarde divertida entre risas, bromas y coqueteos por parte del pelinegro.
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It all started the day I met you
RomanceRichie se va con su tía a Hawkins debido a un problema familiar que tuvo, no sabe lo que le deparará en ese pueblo nuevo, pero todo empezará al conocer a un lindo chico castaño. Tanto los personajes como escenarios de esta historia no me pertenecen...