❝-Lo siento... Pero no soy ella.❞
Donde Seungmin esta cansado, cansado de que ella siempre fuera la causa de todos los suspiros y pensamientos de Hyunjin.
►¡ADAPTACIÓN!
►créditos a @adoresminmin
►Hwang Hyunjin x Kim Seungmin
Le interrumpí. —Un poquito más — me aferre aún más a él, sin tener intenciones de querer soltar ese acogedor abrazo.
Desearía que me abrazadas siempre de esta manera.
Le escuché reír. Lo sé, la vibración de su pecho me lo hizo saber y aferró el agarre de sus fuertes brazos en mi cintura, dejándose esconder su rostro en mi cuello y sentí un cosquilleo al sentir su nariz refregar contra mi cuello.
Trate en que mi torpe corazón no me delatará, pero fue todo lo contrarío.
—Minnie, tu corazón late demasiado rápido.
Quise morir en ese momento.
—No... N-No creo
—Quizás es porque te estoy abrazando demasiado fuerte — me alejaste de ti, y eso me puso un tanto triste.
Pero sonreí, como si nada me afectará.
—Lo siento mucho por interrumpirlos —una voz inesperada se nos apareció en nuestro campo y, tanto HyunJin como yo, nos dimos vuelta para ver de quien se trataba. Era... Era ella —. Pero, HyunJin-ssi, el profesor Park te busca; necesitaba hablar contigo urgente.
—Oh... Está bien... Gracias R-Rose.
La de cabellos rubios sonrió mientras daba un asentimiento y se dió vuelta para irse, dejando a mi amigo más que hipnotizado.
SÍ...
—Woah~ y pensar que nunca iba a tener la oportunidad de hablar con ella —musita emocionado, y yo solo sonreí a puras penas.
Quisiera decir algo, pero con todo lo qué pasó recientemente, las ganas de estar cerca de HyunJin era nulas.
Me sentía patético por ser el tercero de la discordia en la vida de él, de HyunJin, de mi mejor amigo.
—Bueno. En fin, veré qué quiere el profesor Park —anuncia, sorprendiéndome un poco al sentir sus brazos rodeando mi cuerpo—. Te veo luego, Minnie.
—S-Sí, sí. N-Nos vemos, Jinnie.
Me sonrió por última vez antes de darse la vuelta e irse rápidamente por los pasillos del gran establecimiento, que asistíamos a diario en la semana.
Me sonrió por última vez antes de darse la vuelta e irse rápidamente por los pasillos del gran establecimiento, que asistíamos a diario en la semana.
Apenas desapareció en mi campo de visión, dejó de sonreir y un suspiro —bastante—prolongado sale de mis labios.
—HyunJin...
Desearía quedarme más tiempo entre tus brazos, entre toda aquella y especial calidez que generas.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
