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–Por favor, sé lindo con ellos. No podemos seguir buscando bailarines solo por tus caprichos, Agust. Son los ultimos que conseguimos, a este paso se correrá la voz y nadie querrá trabajar contigo.– La molestia se notaba en cada palabra que decía mi representante y eso me molestaba a mi también. Lo mire de reojo mientras caminábamos a la sala de ensayo para empezar el día. Solté un suspiro, recordando el incidente de la semana pasada.

–No es mi culpa que "los mejores bailarines" sean idiotas– murmuré molesto, la negatividad se apoderaba de mi cada vez que pasaba por el mismo suceso de conocer personas nuevas para equipo, odio trabajar en equipo, no me gusta depender de nadie; sé que puedo solo, ¿a quién le importa ver a cuatro tipos bailando detrás de mi? Namjoon paró en seco, haciendo que yo también me detenga y tomó mis hombros para mirarme fijamente a los ojos. No me gusta para nada su expresión.

–Solo comportate como un profesional ¿Okey?

Asentí manteniendo la mirada para que se quede tranquilo, disimular no es algo que me salga muy bien, menos cuando se trata de la gente que me rodea, pero al ser un artista, es algo que debo hacer me guste o no.

Entramos a la sala de baile, 10 jóvenes se encontraban hablando entre sí mientras estiraban, cuando cerramos la puerta de la sala, hicieron silencio y se enderezaron, mirando a nuestra dirección.

–Buenos días a todos, les presento a AgustD, aunque muchos ya deben conocerlo.– presentó Namjoon con una sonrisa, los bailarines hicieron una reverencia dándome la bienvenida y les sonreí de lado. –Esperamos poder avanzar muchisimo hoy, ya son conscientes de lo cerca que estamos del tour mundial y no estamos dispuestos a cometer errores.

Pasé la mirada por cada uno de ellos hasta detenerme en los dos que se encontraban demasiado pegados, uno alto de cabello oscuro apoyando su mentón en el hombro de uno mas bajito de cabello castaño, que desvió la mirada apenas posé mi vista en sus ojos. Sonreí ante ese gesto, saber que intimidaba a los demás aumentaba mi ego un 100%.

–Hey, ustedes dos...– interrumpí a Namjoon, que hablaba de trabajo en equipo, amabilidad y bla, bla, bla. Apunté a los dos chicos pegados, sus rostros me resultaban conocidos –¿Cómo se llaman?

–Soy Jeon Jungkook y él es Park Jimin.– El alto pelinegro habló por los dos y miré a Namjoon en busca de más respuestas

–Ellos son el duo "Euphoria", graduados de la mejor escuela de danzas de Busan y ganadores del primer puesto en la competencia nacional de contemporáneo de Corea– Explicó y noté como ambos sonreían tímidos, como si se avergonzaran de ser los mejores en esta sala.

Namjoon siguió hablando de sus cosas y yo simplemente dejé de escucharlo, ya era la tercera vez que oía ese discurso motivacional y lo conocía de memoria, quizás era un poco "mi culpa" por haber hecho que la mitad de los bailarines de apoyo renunciaran la semana anterior, realmente no me importa.
Seguí observando a los bailarines, lucían emocionados, los ojos de todos parecían brillar ilusionados por empezar a trabajar lo que estuvieron perfeccionando toda su vida. Conocía ese sentimiento, aunque ya casi olvido como se siente.

Volví a fijar la mirada en uno de los nuevos bailarines "Park Jimin"; comencé por sus piernas tonificadas dignas de un bailarín, subí lentamente por su abdomen, atrapado en una camiseta ajustada que me dejaba saber cada detalle de su figura si prestaba la suficiente atención. Su brazos, ni muy delgados, ni muy gruesos y suaves a primera vista. Sus labios, creo que nunca había visto labios tan perfectos como esos, gruesos y brillantes, las ganas de morderlos y tirar de ellos lentamente hizo que sonriera un poco al imaginarmelo; Park Jimin era digno de ser visto y me urgía saber más de él.

–¡Perfecto! Comencemos a trabajar– Namjoon interrumpió mis pensamientos y volví a la realidad, mi mirada se cruzó con la de Jimin y noté como con una pequeña sonrisa incómoda mostraba nerviosismo.
Respondí con una sonrisa ladeada y un guiño, lo que hizo que desviara rápidamente la mirada con un leve sonrojo en sus mejillas y se aferrase al brazo del chico más alto que vino con él y del que no recuerdo ni me importa su nombre.

Do not touch ♡ YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora