The Forest Between Us.

#03

Y así pasaba aquella noche; larga y lenta, aunque solo para Alexby al parecer, pues para el resto, todo estaba muy animado y de cierto modo tranquilo. El mismo azabache observaba a su amigo guardia disfrutar, y aquello le extrañaba, aunque no precisamente por su diversión, sino, por la sensación de vigilancia que sentía. Pues si su querido amigo estaba disfrutando, ¿quien más podía vigilarlo de aquel modo?

Intentó ignorar aquella sensación en aquel momento por más dificil que fuese, para su suerte, no demoró mucho más el momento de terminar aquel evento y poder irse sin problemas, no se tardo mucho y se despidió de quienes ahí se encontraban aparte de su amigo Staxx, quien sostenía en sus hombros a un pequeño niño, el cuál se despidió con ternura.

—¡Ayo tio Lely!

Dijo aquel niño con nombre de Titanicus, haciendo sonreír al mismo azabache del que se despidió. Finalmente se retiró de allí y camino por los multiples pasillos de aquel extenso palacio, en busca de su habitación.

Aunque mucho no duro aquella "concentración" pues fue interrumpido por un señor el cual portaba una especie de bata/yukata azul y barba blanca y larga; era el señor Merlon, quien sonrió al encontrarlo.

—Hola, Alexby, precisamente te buscaba...

Habló Merlon, dejando al azabache confundido por sus palabras.

—Ya me dijeron que sabes lo de la reunion... y te aviso que no vas a salir de este lugar hasta que volvamos, no quiero que estés cerca de Brayan y mucho menos explorando por ahí.

Aquel azabache solo lo miraba y escuchaba en total silencio, ningún aviso que le dio le gustaban, mucho menos lo de Brayan... Pues es un amigo, al cual aprecia.

"—El...y yo sabemos bien que no lo recordaré mañana..—"
Pensó Alexby, para luego responder ante aquello.

—Entendido, señor Merlon.

Nuevamente hablo Merlon, con cierto tono sombrío en sus palabras.

—No quiero verte cerca de el, quiero que te quede claro, Alexby...

Alexby solo se digno a asentir y simplemente bajar la cabeza así retirándose mientras pensaba en su gran amigo castaño, pues era uno y casi único amigo cercano por lo que le confundía y claramente dolía aquella orden.

Sin dudarlo mucho, seguiría con su amigo, tanto por cariño como por ayuda a sí mismo, pues tanto Brayan como el padre del mismo, le ayudaban a descubrir más cosas, que por el mismo, no podría.

Bien... Aquí llega el tercer capítulo de esta historia esquizofrénica... Un poco lento pero que espero os guste.