Esta situación le parecía cada vez más surreal, seguir a un zorro, cómo iba a seguir a un zorro. Intentó entrar a la casa, pero el animal le sujetó el pantalón con su hocico mientras tiraba de él.
"Oye, espera tengo que hacer algo antes", le dijo Sakuta sin esperar que el zorro entendiera, pero este lo soltó y comenzó a caminar hacía la calle, volteó a verlo y comenzó a gañir para llamar su atención. "Bueno, supongo que lo haré de camino. Mientras más pronto resuelva esto mejor" se dijo a sí mismo en voz baja. Tenía que reunirse con Mitsuki a las tres, así que primero quería saber qué estaba ocurriendo antes; comenzó a caminar detrás del zorro, que de vez en cuando volteaba a ver a Sakuta para saber sí aún continuaba siguiéndolo. Sakuta sacó su teléfono del bolsillo del pantalón, entró a la aplicación de contactos y marcó a Mitsuki, pero la llamada no se realizó, no tenía señal, lo cual le pareció extraño, ya que siempre había buena recepción en su área, incluso en la montaña cuando salía a hacer senderismo.
El vecindario donde Sakuta vivía era de reciente creación. Cuando se mudó a Midorikawa con sus padres, su casa fue de las primeras que había en su calle, algunas incluso tenían un par de años de haber sido construidas. El zorro dirigió a Sakuta por la calle que llevaba cerca del bosque, hacía la entrada del sendero que tomó anoche. Una parte colina abajo había sido despejada a lo largo de la calle, el espacio suficiente para construir dos hileras más de casas y calles más abajo. A su izquierda había una vista panorámica de la ciudad de Midorikawa y las demás que integraban el área conurbada, a su derecha solo había casas, todas ellas eran grandes, o al menos más grandes de lo que comúnmente son en Tokio. Mientras caminaba, Sakuta se cuestionaba de la fiabilidad de su memoria; esta era una calle por la que caminaba casi todos los días, pero habían muchos detalles que parecían distintos a como él los recordaba, como el color de algunas de las casas, su diseño, o incluso también el konbini al qué él iba a comprar de vez en cuando se encontraba en la esquina opuesta.
"Oye, zorro, vamos por el camino correcto, ¿cierto?". Pensó que quizás el zorro lo estaba llevando por un camino distinto que él no conocía; después de preguntar eso, el zorro no volteó, ni siquiera emitió ruido alguno, solo continuó caminando, y Sakuta lo seguía, a pesar de ya conocer el camino.
Entrando al sendero del bosque no tardaron en llegar a los escalones del santuario. Entonces el zorro aceleró el pasó. "Oye, espera" grito Sakuta, intentando alcanzarlo; el animal lo esperó en la cima, cruzando el torii.
El santuario se encontraba limpio, las hojas de los árboles que siempre había tiradas en el suelo de la explanada habían sido barridas y recogidas. El temizuya, la pequeña construcción para purificarse las manos y la boca al entrar al templo, se encontraba de pie. Él no recordaba que el templo se encontrara bien cuidado, sino en completo abandono: el techo del temizuya caído, los escalones en mal estado, la explanada sucio y la pintura del shaden desgastada. Parecía que el templo sí se usaba y jamás hubiera sido olvidado.
"Buen día" dijo una voz que provino detrás de él.
Sakuta se giró y le contestó el saludo. Era una chica que parecía de su edad, y además iba vestida como una miko, un hakama de color rojo y una camisa blanca.
"Eres Yagami, ¿cierto?" le preguntó para confirmar su identidad.
Pero Sakuta no parecía conocerla, se preguntaba cómo es que ella conocía su nombre, o es que sí la conocía, pero lo había olvidado.
"¿Nos habíamos conocido antes?" le preguntó, ya que no estaba seguro.
"Nos conocimos aquí anoche, ¿recuerdas? Apareciste anoche algo desorientado después de atravesar el portal".
"No recuerdo nada de lo que pasó anoche, disculpa. Lo último que recuerdo es que estaba aquí para refugiarme de una tormenta y luego aparecí en mi casa".
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El portal en el santuario [dropped]
General FictionDespués de un accidente de camino a casa, Sakuta Yagami despierta en el sofá de su sala sin saber cómo llegó ahí. A pesar de las similitudes, pronto se da cuenta que esa no es su casa, que la persona que está llamando a su puerta no es su amiga Mits...