Prólogo.

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« La luna nunca se había visto tan hermosa... »

Fue lo primero que mi mente pensó en ese momento, Dónde mi vida parecía que llegaría a su fin.

¿Duele?

No.

Al contrario, Nunca me había sentido tan en paz. Sabía lo que debía hacer... di el primer pasó y No mire al frente nunca, mi vista se mantenía fija en el radiante astro que iluminaba la noche.

— Mírame.

Su voz Gélida me exigió nuevamente y no pensaba acceder, una fina línea de sudor cubría mi frente, estaba asustada y sin opciones pero no podía perder el control.

No lo mires.

No lo mires.

No lo mires...

« Un instante lo cambia todo ».

Escuché el grito ensordecedor de alguien detrás de mí, después el tiempo pareció detenerse.

— No...

Mi voz salió como un jadeó, mis pies no reaccionaban y no quería mirar la escena que podía estar pasando detrás, me congelé en ese sitio unos segundos con mi corazón martillando mis costillas como si quisiera salir.

No podía retenerlo más, ardía. La lágrima bajo de mis ojos humedeciendo mi mejilla antes de caer por mí mentón. Me llene del valor que no creí que tendría y mire hacia atrás.

Dicen que la luna está llena de miradas que se pierden en busca de una respuesta, y yo obtuve la mía...

    Pero no estaba lista para ella.

Una no muy cálida bienvenida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora