→Cap. 3

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Ni bien el pecoso logro percibir la presencia de su "amigo" de ojos amatista, se quedo perplejo, solo se le quedo observándolo, analizándolo... admirándolo.

Y este seguiría cautivado con la presencia y nueva apariencia de su "amigo", si no  fuera que tomo en cuenta algunas cosas:

1.- Duxo era pequeño, si, pero ahora lo era más de lo normal.

2.- La ropa del de ojos amatista estaba tirada.

3.- Duxo estaba...desnudo?

Más cosas, preguntas, respuestas y pensamientos como esos, iban y venían por la mente del castaño, lo que genuinamente, inundaba esta.

Si bien pensaba en varias cosas, la 3ra pregunta que se hizo, se repetía una y otra vez en la mente de aquel pecoso, generando que aquel leve rubor que poseían sus mejillas, se intensificara y se volviera en un gran color carmesí un tanto intenso.

Por otro lado, el de cabellos azabaches, solo se estaba muriendo de nervios, la vergüenza lo carcomía por dentro y solo deseaba que el castaño lo dejase de ver, o como mínimo, no notara las cosas que habían en su habitación.

Oh y claro que no exageraba cuando decía que tenia muchas cosas un tanto extrañas en su habitación. 

Más que suerte era la que tenia el "pequeño" Duxo, debido a que su acompañante tenía la mirada clavada en el, algo bueno y malo al mismo tiempo para el de cabellos azabaches.

Duxo: Wbn deja de verme!

Menciono el mayor, mientras intentaba tapar la mayor parte posible de su diminuto cuerpo con sus manos, a pesar de que podría aprovechar aquellas prendas que estaban tiradas en el piso para realizar de manera más fácil aquel objetivo, que pena que no se diera cuenta de aquello, pues en su mente solo repetía lo mucho que le gustaría desaparecer de ahí, o de la galaxia, si era posible...

Aquino: ah... Cierto, perdón!

Soltó lo más rápido que pudo luego de procesar lo dicho por el de azabache, mientras cubría su rostro con la manos.

[...]

Duxo: Como rayos entraste?

Pregunto, mientras se ocultaba lo más posible en aquellas prendas tiradas, sutilmente acomodadas a su costado.

Aquino: A eso... Ehh momento! El de las preguntas debería ser yo, cómo mrd te encogiste?!

Pregunto de forma angustiado el pecoso, desviando el tema, mientras se sentaba en el piso y desviaba su mirada hacia la puerta que daba pase a aquella habitación.

Duxo: Esto... La verdad no tengo idea...

Aquino: Y que estabas haciendo antes de que... Pasará?

Silencio, era lo que tuvo como respuesta mientras Duxo pensaba que responder.

Duxo💭: Ni mrd le voy a decir... Pero ahora que chucha le digo?!

Pensaba el de cabellos azabaches, desviando la mirada para fijarla en cualquier otro sitio de aquel cuarto.

Duxo: Pues... Me estaba arreglando, no que íbamos a salir?

Aquino: Ah cierto... Por un minuto pase por alto eso...

Duxo: sehh... Y Locochon? No lo veo aquí, está en la sala o algo por el estilo? Pensé que iban a llegar juntos y eso.

Aquino: No... Osea si, pero... Se fue justo cuando abrí la puerta.

Soltó sin más, mientras se rascaba la nuca con una mano, y con la otra apretaba a más no poder su pierna esperando que no preguntara lo que obviamente iba a hacer.

Duxo: Ey cierto, cómo entraste? Yo dejé cerrado todo...

Menciono Duxo, mientras entre-cerraba los ojos para intentar recordar si realmente había echo lo que menciono.

Aquino: Ahh sobre esoo... Recuerdas la llave que me diste? Pues la use...

Duxo: La llave...?

Dijo, mientras intentaba recordar alguna llave que este le allá dado al pecoso.

Duxo: Ah!

Bingo.

Duxo: Oye pero esa llave te la di para que la usarás solo una vez, tu me la devolviste y la dejaste justo ahí!

Menciono mientras apuntaba a aquel escritorio, mismo escritorio que ocasionó que este en aquel frío piso.

Aquino: Realmente nunca te fijaste si realmente la había dejado, no?

Pregunto Aquino, en un tono burlesco debido a que Duxo solo desvío su mirada a otra parte, avergonzado.

Duxo: Pues... disculpa que no lo haya echo y en vez de eso confiara en mi "amigo".

Auch! Eso sí que les dolió a ambos, que tan ciegos podían ser?

Aquino: Bueno... Te perdono.

Menciono el pecoso, con un tono burlesco, ignorando lo último dicho por Duxo.

Duxo: tch... Idiota...

Aquino: Aún así me quieres...

Risas, comodidad, y sentimientos, eso era lo que había en aquella habitación, algo tan único para ellos...

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-Gracias por leer, nos vemos pronto!-

701 palabras.

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