El vidrio se rompe contra su cuerpo y siente que su garganta se cierra, arde, grita, pero no sale nada más que un sonido tan tenue que se pierde en la batalla, y por un momento el veneno no es lo único que lo está ahogando, palabras no dichas que mueren en su lengua al igual que él.
Escucha las risas de las brujas mientras siguen lanzando pociones que envenenan su cuerpo.
Su respiración es tan pausada que es difícil mantenerse a flote, mientras la sangre baja tan lentamente a través de la armadura hasta que mancha el agua de un toque carmín, tan hermoso y enfermizo cómo puede llegar a ofrecer la muerte.
El cristal vuelve a golpear y está vez es demasiado, el hilo delgado por el que camina y se aferra tanto se escapa entre sus dedos como el oxígeno de sus pulmones, la muerte llega sin invitación mientras pierde todo rastro de conciencia, su garganta sigue quemando tanto como el frío que empieza a sentir en su cuerpo.
Memorias pasan ante sus ojos, efímeras y hermosas, no trata de gritar , no le quedan lamentos que derramar al viento, así que le sonríe a la muerte, la recibe tan injusta como es. Aún así desearía que nunca acabara, no quiere que termine de esta forma. Quiere darles consuelo, decirles que todo estará bien, pero sabe que ellos pueden continuar sin él.
No escucha los gritos de sus compañeros (la familia que lo cuidó), y pronto todo lo que queda son los recuerdos de un hombre que ya no está entre ellos.
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El aviso de su comunicador resuena tanto en los oídos de Spreen que no puede parar de mirarlo, su cuerpo se mueve de forma automática y tan rápida que apenas registra lo que hace, degollando a la bruja que se cruza en su camino. Ve el cuerpo de su compañero (amigo) en el agua tan pasible que tiene miedo de perturbar la calma. Construye lo más rápido que puede una caja de madera a su alrededor, queda algo de agua dentro pero no podría importarle menos.
Sus manos tiemblan levemente buscando algo, algo que le haga saber que sigue vivo, pero no encuentra pulso, la bilis sube por su garganta mientras decide quitarle la máscara de la cara, sus movimientos son tan pausados y vacilantes que no se siente como él mismo.
Lo reciben ojos levemente abiertos que han perdido brillo y una sonrisa tan pequeña que podría pasar desapercibida en su rostro, sus facciones tan relajadas cómo si estuviera dormido (odia que se vea de esa forma, él debería estar corriendo y gritando por los prados cuidando ovejas-)
Quackity llega a su lado, balbucea y solloza pero Spreen no escucha.
Quitan su armadura y guardan sus cosas, por un momento nadie dice nada, no sé atreven a mirarse unos a otros, Xocas, que Spreen apenas recuerda que está ahí se despide, pero él no réplica nada, en cambio sigue pescando en un silencio asfixiante.
El espera, pasan las horas y no se atreve a mover el cuerpo de su lado, aguarda paciente que esto sea un error, una broma enfermiza de los Dioses riéndose de la desgracia, cada minuto esperando un mensaje de Missa, pidiendo que lo recojan en el Spawn, o tal vez que regrese repentinamente justo como la última vez.
Pero nada de eso sucede, en cambio la luz del sol se hace más tenue y los últimos rayos se ocultan entre montañas. Y saben que tienen que volver, antes de que sea demasiado tarde y pierdan a otro.
Spreen ve como Quackity se posiciona al lado suyo, pide prestado su arco y él está demasiado cansado como para hacer cualquier pregunta. Observa cómo empuja la caja de madera al río, la corriente se lo lleva pacíficamente, odia lo callado que está.
Una flecha es lanzada al aire con una precisión impresionante.
La madera comienza a arder y el río se lleva los restos.
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Five days (Minecraft Extremo One-shot)
Fiksi Penggemar5 días antes de que te fueras. Tres veces en las que Missa perdió una vida. Una vez en la que fue permanente. Esto será editado luego.