I. El lado correcto

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– Cuartel General Secreto -Base Possible –

Sintió una gota de sudor caer sobre su rostro, su cabello se movía por el fuerte aire.

- ¡Nunca lo destruirás, Kim Possible!... - Dijo la voz del doctor azul desde la distancia.

- Oh Drakken... siempre olvidaste mi eslogan... Puedo hacer lo que sea... - Se acercó a la pared de metal y le dio una ágil patada a la máquina frente a ella. Cuando el dispositivo casi se descompone, la pelirroja sacó un pequeño láser de uno de sus aretes, destruyendo con éxito a su enemigo metálico. - ¿Ves? ¡Cualquier cosa! - Ella sonrió triunfante, disfrutando de su victoria.

- Sí, sí, tú ganas, como siempre Possible, solo tengo una pregunta... ¿Era necesario destruir mi prototipo?

- ¡Seguro! es más realista de esa manera, ¡como los buenos viejos tiempos!

- ¡Excelente trabajo Kim! - Dijo Wade y abrió la puerta metálica de su cápsula de entrenamiento. - ¡Y lo mejor es que mi láser funciona perfectamente!

- ¡Sí, Wade, eres excelente! ¿Puedes agregarlo al kimmunicador?

- ¡Sí! Tengo algunas clases, pero tal vez esta noche esté lista.

- ¿Y mi dispositivo? Era un excelente enemigo, ¿verdad?

- Sí Dr D, excelente entrenamiento y creación robótica letal! ¡Ahora tengo que irme! Es mi...

- ¡Noche de cita de viernes! - Drakken y el joven genio dijeron al mismo tiempo.

- Ok, ok, hasta luego ¡Equipo Possible! - Encendió su mochila propulsora, con dirección a su residencia. Disfrutó del aire fresco, el sol y la paz de la hermosa ciudad de Sidney. - Y tengo 5 minutos extra... ¡excelente! - La joven heroína aterrizó en un pequeño balcón y se quitó el casco, arreglando su larga cabellera que descansaba en una cola de caballo. - ¡Estoy en casa! - Le dijo a su compañera de cuarto.

- ¡Hola Kim! ¿Cómo fue el entrenamiento? - Preguntó la chica de cabello castaño, mientras guardaba su trabajo en su computadora.

- ¡Genial! Ya sabes cómo lo disfrutan Wade y Drakken. - Abrió la nevera buscando un poco de agua. - ¿Y tú cómo vas con tu tesis?

- No tan mal, debo admitirlo. Y hablando de la tesis... tengo noticias de la tuya...

- ¡Por favor háblame, mujer!

- Dr O'Brien llamó... tienes que llamarlo...

- Oh... estoy tan nerviosa... Sienna, ¿Dijo algo más?

- No, solo salón 121 a las 8 en punto.

- ¡8 en punto! ¡Es en cinco minutos! La joven casi se atragantó con su refresco.

- Oh... sí... ¡corre Kimmie! ¡Corre!- la animó su amiga. La heroína saltó por la ventana tan rápido como había llegado, últimamente su vida era aún más un interminable ir y venir.

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– Buen Nacho - Sucursal 1783 - Sídney -

- Te lo dije Ben, tienes que enfrentar tu problema, con la cara hacia arriba, mira a la araña y dile: ¡Oye monstruo, ya no me vas a asustar! ¿Entendido?

- ¡Sí señor Imparable! Gracias - Dijo el pequeño mientras tomaba el chimirrito del mostrador.

- ¡No es nada! ¡Es solo mi trabajo! - Dijo con orgullo y sonrió hasta que sintió una mano en su hombro.

El otro Lado PossibleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora