Capítulo 2: Childhood

3.2K 388 21
                                    

2. Infancia

Todo lo que Harry ha sabido, se lo enseñaron mamá Martha, papá Morgan y las demás hermanas. Le enseñaron a leer, a escribir y a comportarse. A medida que crece, aprende que hay un Dios que vela por la humanidad y un Diablo que engaña a la gente para que haga cosas malas. Aprende la importancia de rezar todas las noches y de leer la Biblia. No recuerda ningún momento en el que sus pasos y su trabajo no estuvieran vigilados por los atentos ojos de la Madre Marta, el Padre Morgan y las Hermanas.

El orfanato Harmony Home es todo lo que ha conocido. Está lo suficientemente lejos del pueblo más cercano como para no verlo, y es lo bastante grande como para albergar una escuela en su interior. También está lleno de niños. Harry los ha visto ir y venir, siempre cambiando, mientras que él siempre se queda. Nadie quiere adoptarlo nunca, a pesar de que mamá Martha dice que es el que mejor se porta, que es el niño más adorable. Si se porta bien y es adorable, deberían adoptarlo, ¿no? Madre Marta le dice que ni siquiera Dios puede complacer a todo el mundo, y eso le tranquiliza lo suficiente, pero no calma la pregunta que se hace en su cabeza.

Tal vez, piensa, nadie quiera adoptarlo porque es extraño y han ocurrido cosas extrañas a su alrededor.

Cuando tenía cinco años, recuerda que su taza se rompió de repente. Ese día había llorado mucho, inconsolable, pero mamá Marta se limitó a abrazarlo y, cuando se calmó lo suficiente, se lo llevó a cuidar el jardín. A los seis años, vio volar los platos de las estanterías. Un día, la ventana de su habitación se hizo añicos y su armario voló contra la pared. En ambas ocasiones, se sintió aterrorizado por lo que estaba ocurriendo, pero Madre Marta simplemente le dejó que se aferrara a sus faldas durante el resto del día. Cada vez que se producía un suceso sobrenatural en el orfanato, la madre Martha pedía ayuda al padre Morgan y ambos realizaban un exorcismo.

Aprende que el Diablo es capaz de hacer cosas sobrenaturales. Maldice casas y personas, y los exorcismos son la forma de librarse de él. La madre Martha le dice que el padre Morgan, al ser sacerdote, tiene los conocimientos adecuados y el poder de Dios mismo de su parte para derrotar al Diablo. Le explica que ella y las demás Hermanas no son tan poderosas como para hacerlo solas.

A los diez años, Harry ha presenciado al menos quince exorcismos.

La Madre Martha y el Padre Morgan lo crían. El padre Morgan se ocupa de su educación, incluso le paga estudios fuera del orfanato. Lo lleva a la ciudad, a la escuela, donde conoce a otros niños, y lo devuelve al orfanato una vez terminadas las clases. La madre Martha cuida de sus modales, de su comportamiento. Es la que planta flores con él y le enseña a cocinar, y la que le lee cuentos antes de dormir.

Harry aprende a ayudar a los demás niños. Les ayuda con sus deberes escolares, les ayuda cuando se hacen daño, les explica cosas, todo ello bajo la atenta mirada de mamá Martha y papá Morgan. No entabla amistad con los otros niños, porque en cuanto está a punto de hacerlo, son adoptados.

Aunque los padres apenas le miran, se mantiene tranquio y bien educado.

Cuando cumple once años, recibe una carta. Se la entrega una lechuza y la lee en el jardín. El Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería es la institución que le ha enviado la carta, diciéndole que le esperan allí . Harry no lo entiende. Las brujas son las villanas en la mayoría de los cuentos que le cuenta mamá Martha y, aunque es pequeño, sabe que la magia no existe.

Se lo lleva a las Hermanas y a la Madre Martha.

La Madre Martha sale de sus habitaciones con la carta y le acompaña al vestíbulo, allí les espera el Padre Morgan. Se sientan frente a la chimenea. Ella le dice que, a diferencia de lo que él ha creído durante toda su vida, la magia existe. Le dice que Dios y sus ángeles son capaces de hacer magia. El poder de la creación y la destrucción. Le dice que su poder es lo que le hace omnisciente y omnipotente, y tan diferente de la humanidad, aunque los humanos hayan sido creados a imagen de Dios.

El Padre Morgan, entonces, le dice a Harry que una carta como la que ha recibido es una completa blasfemia. Le explica que es la forma que tiene el Diablo de imponer la tentación, de hacer que los humanos quieran ser tan poderosos como Dios, cuando lo que tienen que hacer es respetar el orden divino vigente.

Entonces, Harry acepta quemar la carta. Observan cómo arde en la chimenea, desmenuzándose en el fuego, el papel resquebrajándose. Y nunca vuelven a hablar de ella.

Cuando Harry tiene quince años, la madre Martha se sienta con él a la mesa de la biblioteca y le pregunta a qué quiere dedicarse cuando sea mayor de edad. Harry dice que no lo ha pensado, y ella le dice que, si se hace cura, puede ayudarles con el orfanato. No como niño que vive dentro, sino como adulto, ayudando a niños pequeños como él a encontrar familias o, al menos, a salir adelante.

Harry le dice que no hay nada que le gustaría más que eso.

Se hace sacerdote y, por influencia del padre Morgan, lo envían de vuelta al orfanato. La madre Martha ya está canosa para entonces, con arrugas en la cara, pero sonríe después de años sin verle, desde sus años de formación hasta los años que pasó recorriendo el país en misiones. Dice que le echa mucho de menos y que todo el orfanato ha cambiado. Las hermanas que conoció cuando era niño ya no trabajan allí, pero hay otras nuevas. Le cuenta que la mayoría se fueron porque querían casarse y tener sus propios hijos.

La Madre Marta le pregunta si quiere casarse, y él responde que no, porque nada le gustaría más que llevar las palabras de Dios y la infinita bondad de Dios a los demás. Él sabe que ella está orgullosa de él, de su chico perfecto y dorado. Se abrazan, y al día siguiente, cuando tiene que responder a la pregunta de "¿por qué tenemos que rezar todas las noches?", sabe que no hay nada que preferiría estar haciendo.









***
N. T:
¿Que les parece Harry? ¿Que opinan de cómo creció y lo que decidió ser?

Divine ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora