Que Nadie Se Enteré || Patricia x Sandra || (Sandricia)

Capítulo 6: Carta Descubierta

⚠️Aviso⚠️
En este cap no se mostrará la parte donde el cuartel descubre toda la verdad, pues me quiero concentraré más en la pareja de este libro.

La rubia se quedó un momento estática al escuchar aquellas palabras salir de la boca de la contraria, su corazón palpita rápido, esta más que segura de que la pelingra no recordaba nada de lo que pasó anoche, pero al oír que quería hablar con ella, eso, eso no se lo esperaba, no estaba lista para escuchar eso, pero no haría esperar a la más alta.

Patricia:Dígame jirafa ¿qué necesita?

Sandra:*se pone enfrente de ella* ¿ya no sigue molesta por lo de ayer?

Patricia: . .¿de que me está hablando jirafa? *voltea los ojos a otro lado*

Sandra:¿en serio harás que te lo diga? Bueno, en todo caso, no debiste haberte puesto celosa, sabes muy bien que eres muy linda tal como eres, sería incapaz de cambiarte por alguien más, porqur eres la única para mí *la toma de la mano*

Patricia se había quedado en shock, ella pensaba que la pelinegra había recordado todo lo que pasó anoche y el golpee que se dio, pero sin duda alguna también estaba en shock y sonrojada por lo que le dijo, nunca se imagino que su novia le dijiera algo así de dulce y de paso la tomara de la mano, eso es algo que no hacían muy seguido y menos en el trabajo, por el miedo de que alguien las descubriera y sospecharan que son pareja, eso es algo que no quería ninguna, sin embargo ese gesto, lo era todo para ella.

Patricia:U-usted también es.. Es linda, ni hace falta que cambies.. *se sonroja mucho*

Sandra:*se sonroja* gracias y en serio lo siento por haberte hecho sentir mal, no era mi intención, eres especial para mí y no quiero que dudes de eso.

Sandra tomó entre sus manos la cabeza de la rubia y le beso la frente, como un acto de confianza sobre ella, a pesar de todo lo que han pasado, lo que han peleado y lo que pelearán en un futuro, no le importa, confía en ella ciegamente; se separan ligeramente, pero esta vez estaban tomadas de las manos, mirándose fijamente, los demás además no había nadie en ese lugar, en ese momento, pero ya no existía nada para ellas, solo se miraban fijamente a los ojos, esos ojos que brillaban y volvían loca a la contraria.
Pero ese momento romántico les duro poco, volvió aparecer Inesita, esta vez solo buscando a Sandra.

Inesita:Sandra, por Dios venga, no ve que la necesitamos, solo falta usted y Aura María que aún no llega *la toma del brazo*

Sandra:E-eh si Inesita, perdone solo estaba hablando con la peliteñida *voltea a verla*

Inesita:Pero lo pueden hacer en otro momento, por favor venga Sandra.

Inesita comenzo a llevarse a la contraria jalandola del brazo, mientras la pelinegra miraba por un momento a su rubia, así dedicándole una leve sonrisa, antes de desaparecer de la vista de la contraria.
El momento les duro poco, pero para ellas fue único, no lo suficiente, pero ambas lo disfrutaron tanto que lo repasaban en su cabeza así haciendo comentarios al aire, bueno al menos la rubia, a la pelinegra les tocaba hacerlos en su cabeza.

El tiempo paso y las del cuartel ya habían salido y estas se toparon con Gutiérrez quien estaba molesto porque habían unas cajas que bien sabia de quien eran, ya las había mandado a quitar, la más alta del cuartel estaba encargada de hacerlo, pero nunca lo hizo, pero rápidamente se justifico con ayuda de las del cuartel, así logrado convencerlo. Las del cuartel estaban revisando las cajas de Mario Calderon, para ver que tiraban mientras que conversaban todas menos Sandra, pues está estaba leyendo algo muy extraño para ella, había encontrado unos papeles sobre el balance sobre EcoModa y una carta que tenía como destinatario al doctor Armando.
Todas se fueron a los baños de EcoModa, todas menos Sandra, se quedó un momento con el pretexto de que tenía que buscar algo, las del cuartel no le dieron mucha vuelta al asunto y solo la esperaron adentro de los baños, la realidad es que se habían topado con Patricia y la pelinegra se había quedado ahí por ella, quería comentarle sobre lo que descubrió en las cajas de su jefe.