Un Error

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Así como le había prometido Sebastián se fué a vivir a un departamento junto a Rodrigo, esto le cayó de sorpresa a su pareja Martina, pero cuando le explico la situación por la que De Paul estaba pasando lo entendió.

Así se la pasaron dos meses viviendo juntos, inclusive Yatra empezó a convivir con los hijos de Rodri y estos le adoraban.

Por fin estaba viviendo algo que nunca creyó experimentar, tener de cierta manera una familia y un hogar a lado de un alfa, esto lo hacía sentir completo, tanto así que el que los demás supieran su verdadera casta ya no le importaba, quería ser marcado y decirle al mundo a quien amaba, pero había un problema, Yatra seguía siendo novio de Tini pero él ya tenía planeado hablar con ella está noche, pues estaría de regreso para su show en Buenos Aires y ellos dos cantarían juntos allí.

— ¿Quieres salir hoy antes de que me vaya al ensayo? — Preguntó el colombiano que estaba en las piernas de De Paul.

— No... Hoy quedemonos en casa —  Besó su nuca tiernamente — En nuestra casa —

Sebastian sonrió dándose la vuelta abrazándolo del cuello — Me gusta que digas nuestra casa — le dió un beso largo que poco a poco fué subiendo de intensidad.

Rodrigo lo tomó de la cintura mientras metía sus manos en la ropa de su pareja acariciando su piel. Bajó sus besos por el cuello de Sebastián mientras sentía sus dedos enredarse en su cabello.

— Rodri... Vamos a la cama... —

— Quiero hacertelo aquí — Le quitó la playera arrojandola al piso y llevó su cara al pecho del Omega comenzando a succionar uno de sus pezones.

— Ah... Espe- — Apretó un poco la camisa de De Paul mientras sentía la humedad de su boca.

La sala estaba empezando a oler a esa mezcla extraña pero deliciosa de sus feromonas.

Yatra tomó el rostro del Alfa lamiéndo sus labios para luego introducir su lengua en su boca, comenzaba a perderse en el aroma amargo de mate pero al levantar la mirada vió a Martina parada en la entrada con los ojos llorosos y las manos cubriendo si boca.

Rápidamente se separó del argentino — Tini... — su voz estaba temblorosa — Te lo puedo explicar yo... —

De Paul volteó y al cruzar la mirada con la chica esta se salió de inmediato azotando la puerta.

— Hijueputa... — Dijo en voz baja, tomó su playera y salió corriendo para alcanzar a Tini, bajó las escaleras alcanzandola en la salida — ¡MARTINA! — Se acercó a ella tomándola del hombro — Tini... Tini deja que te expli- —

— ¡No me toques! — le dió un empujón alejándolo — He pasado estos malditos meses comiéndome la cabeza porque yo lo sabía... Yo sabía que vos me estabas engañado — Varias lágrimas comenzaron a salir — ¿Pero qué podía esperar de vos? ni siquiera pudiste decirme que sos Omega —

— Tú... ¿Tú lo sabías? —

— Una vez te encontré los supresores... Pero yo no dije nada porque en realidad te amo y tenía la esperanza de que eso fuera suficiente — sonrió triste viéndolo — Siempre creí que Danna sería la Alfa que te quitaría de mi lado... — soltó un suspiro — Que estúpida fuí —

— N-No lo entiendes Tini... Es que él... Él es mi pareja destinada — esperaba que al menos con ello pudiera entender un poco más la situación.

Ella se quedó algo sorprendida pero desvío la mirada aún triste — Supongo que no podés luchar contra tu destino... — abrió la puerta de su auto metiendo sus cosas — Ahora sos libre, podés hacer lo que te plazca — se subió al auto y arrancó llendose.

Ojos MarronesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora