Ojos Marrones

Mi Adicción

Después del viaje algo pesado los dos llegaron a la fiesta, primero tuvieron que pasar al camerino de Sebas para que este se inyectara sus supresores especiales, Rodrigo estuvo allí para cuidarle en todo momento.

Al entrar al lugar donde todos los demás estaban se notaba que Yatra seguía algo nervioso, así que De Paul tomó su mano para tratar de tranquilizarlo.

— Tranquilo... Te prometí que no iba a decir nada sobre vos, así que no te preocupes —

El colombiano volteó a verle, los ojos sinceros de Rodri le causaban confort e hicieron que sus pensamientos se calmaran.

— Gracias — apretó un poco su mano mientras le sonría.

— Amor que bueno que llegaste — En cuánto escucharon la voz de Tini se soltaron. — Vos tardaste mucho — La chica se acercó abrazándolo por el cuello acariciando un poco su cabello.

— Perdón — Sonrió correspondiendo el abrazo tomandola de la cintura. — Ya estoy aquí —

Al verlos Rodri empezó a ponerse totalmente celoso, quería liberar sus feromonas para alejar a la joven de ese Omega, su Omega, pero sabía que no era lo correcto.

— Tini... — Dijo acercándose a ellos — ¿Vos sabés dónde está mi esposa? —

— Oh cierto — se separó un poco de Sebas — Está por allá — Señaló el lugar donde había visto a Camila — Estaba bastante molesta cuando la ví, así que vos prepárate para un buen regaño — Soltó una risa.

— Me imaginé, gracias — Sonrió un poco — Bueno, voy a buscarla, nos vemos — Apretó algo fuerte el hombro de Yatra antes de irse.
— Chao... — Tini se despidió con la mano — Entonces se llevaron bien ustedes dos — Regresó la mirada a Sebas.

— ¿Eh? — Bajó el rostro viendo a su novia — Ah sí... Es... Agradable —
La chica se acercó oliendo a Sebastián haciendo un rostro extraño — ¿Por qué hueles raro? —
— ¿Raro? — La miró algo nervioso, ¿A caso su medicamento no había funcionado y su aroma dulce está saliendo?

— Sí... Hueles como a mate... Pero de esos amargos —

— Es el aroma de Rodrigo... — Se quedó algo sorprendido al saber que De Paul había dejado su olor en él, como su estuviera marcando su territorio, tal vez había sido inconsciente pero esto le hacía feliz de alguna forma. — No sé... No huelo a nada — se olfateo dándose cuenta que efectivamente el alfa lo había dejado oliendo a él. — Mejor vayamos a la fiesta — Sonrió tomando su mano llevándola con los demás.

Mientras ellos disfrutaban del ambiente De Paul estaba pensativo sobre todo lo que hoy había pasado.

— Debo de dejarlo así —

— ¿Dónde carajo estabas? — Sus pensamientos fueron interrumpidos por su esposa que estaba totalmente enojada. — Llevo buscándote como loca desde hace horas, ni siquiera me contestás el móvil —

— Lo siento, lo olvidé en el camerino de Sebastián — suspiró viéndola.

Camila lo vió de arriba a abajo acercándose a él — ¿Por qué apestas a dulce de leche? —

— No... No lo sé — estaba algo impactado pues no creía que el aroma de Yatra estaba en él — Su camerino olía así, tal vez son las feromonas de Tini yo no le voy a preguntar que hace allí dentro — Rasco su nuca — Escucha Cami, no quiero pelear hoy con vos por favor... Estoy cansado, vinimos a disfrutar la noche, así que hagamos eso ¿Si? —

La modelo no estaba tan convencida pero accedió sin decir nada o quitar esa cara de desagrado.

La noche pasó y cada quien se fué a su hogar, Sebastián se quedó en la habitación de su hotel solo, pues Tini terminó borracha y la fué a recostar a la suya, además de que también quería estar sin compañía.
Estaba despierto viendo el techo perdido en sus pensamientos, se sentía intranquilo pues Rodrigo no salía de su mente, ni la imagen de ellos dos teniendo sexo.