TRES

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Hoseok miró en silencio como su empleado se ocupaba de varios tragos a la vez. Changkyun era extrañamente muy bueno en esto, a pesar de llevar pocos meses trabajando con ellos en su bar.

El jovencito podía maniobrar botellas entre sus delgados dedos con una elegancia casi arrogante, mientras agregaba los ingredientes correspondientes junto al hielo en la coctelera o el vaso, según correspondiera. No podía quejarse de su eficiente, era verdaderamente muy bueno, sin embargo, era su actitud con los clientes lo que tenía al mayor preocupado...

—Cariño, tal vez sería bueno si les sonríes un poco a los hombres... —le dijo por lo bajo y con una suave sonrisa al ponerse a su lado para darle una mano.

Changkyun le dio una mirada seca y dejó salir la respiración con frustración. Esa noche se sentía realmente cansado como para tener otra vez esa conversación.

—Me estás pidiendo demasiado, estos cerdos son...

—Te recuerdo que son nuestros amados clientes que tanto dinero gastan por tus deliciosos tragos y el servicio de nuestro maravilloso lugar, ¿sí? —Hoseok rapidamente le interrumpió para remarcar aquello, rodeando sus esbeltos pero anchos hombros con uno de sus musculosos brazos y atraerlo contra su cuerpo.

Changkyun volvió a suspirar con desgano, pero no dijo nada más. Lo cierto es que les debía demasiado como para seguir negándose o quejarse siquiera. Prácticamente Hoseok y Hyunwoo se habían hecho cargo de él al momento en que sus caminos se cruzaron por la casualidad más inesperada.

Ellos necesitaban un nuevo bartender, Changkyun estaba desesperado por conseguir dinero rápido pero legal, intentando resguardar la poca dignidad que le quedaba para seguir manteniéndose y cumplir su sueño. La pareja debió de verlo en él al momento de presentarse en aquel bar dentro del distrito de Itaewon y consideró darle una oportunidad. Aceptaron su requisito sobre utilizar otro nombre durante sus horas laborales casi sin rechistar y rapidamente lo introdujeron al servicio de coctelería.

No pasó mucho tiempo para que el propio chico se ofreciera a presentar un espectáculo exclusivo en su bar al notar el movimiento tan particular que se daba entre los clientes. Efectivamente, era un bar discretamente gay, por lo que sus servicios incluían ciertas características juguetonas siempre desde el consentimiento y la aprobación tanto de Hoseok como de Hyunwoo, ya que su politica remarcaba la seguridad e integridad de todos sus empleados. No había monto de dinero que los grandes empresarios y desinteresados Chaebols que pudiera torcer su imposición, y eso tranquilizaba a Changkyun lo suficiente como para atreverse a llevar a cabo su llamativo show.

Sin embargo, Changkyun había tenido demasiadas malas experiencias previas con adinerados en su vida como para no sentir otro sentimiento más que asco y rechazo hacia ellos y su lujuria desenfrenada.

—Haz lo que puedas, sin presiones, Dani —le dijo Hoseok al notar la tensión en su cuerpo—. Sigues siendo el mejor en esto, de todas formas, solo sé tú mismo...

Sabía lo difícil que podía llegar a ser para el joven a veces. Le había tomado un especial cariño a pesar de su malhumorado carácter porque sabía reconocer que, muy en el fondo de su protegido corazón, Changkyun no era así de frío y arrogante como tanto intentaba demostrar; simplemente había sido golpeado demasiado duro por la vida.

Por eso convenció a su novio Hyunwoo de que debían ayudarle cuanto pudieran, y él se los permitiera, para hacerle un poco más fáciles las cosas en su vida. Con el tiempo Hoseok logró ver como las impenetrables barreras que Changkyun había construido a su alrededor se iban debilitando para ellos dos, sin embargo, todavía había muchas de ellas presentes como para sentir que lo había conseguido con él y como para considerar que las buenas acciones hacia ellos eran sinceras y no porque él sentía que les debía algo.

The secret || HyungkyunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora