Capítulo uno: "Un nuevo mundo."

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A veces me preguntaba cuál es el sentido de la vida. Hasta ahora me había graduado con honores y siempre era la mejor en todas las clases, ya sean teóricas o prácticas, la mejor en cualquier deporte. Sin embargo, no encontraba mayor satisfacción en ser lo que se había esperado de mi toda la vida. Me preguntaba si sería más feliz siendo otra persona.

Hoy tenía entrenamiento de Kendo. Vestí mi pantalón deportivo verde y top blanco debajo de una sudadera a juego con el pantalón. Antes de salir, tomé la mochila y me cambié las pantuflas por tenis. Agradecí que no tenía prácticas en el hospital, ver las mismas paredes blancas me darían un colapso.

—¿Ya estás lista para tu entrenamiento?— Preguntó mi padre a mis espaldas.— Recuerda que pronto es tu examen para cambio de cinta.

—Sí, lo tengo presente.

—Sabemos que lo harás de maravilla.— Dijo mi madre.

Dentro del bolsillo del pantalón, vibró el teléfono. Era Arisu.

Arisu: Quiero beber.

Tecleé rápidamente.

¿No es muy temprano para ir a beber?

Arisu: Me he ido de casa.

Sabía que aquello no era bueno, pero aun así sonreí. A veces quería ser como Arisu, quien no hacía nada más que jugar videojuegos y ser la decepción de su familia- como él siempre dice-. Al menos él es libre de ser quien es.

De momento, tuve un sentimiento de rebeldía.

—Me voy o se me hace tarde.— Abracé a mis padres.— Los veo en la noche.

—Te queremos, Kyoko. Regresa temprano a casa.— La voz de mi madre quedó muda después de que cerrara la puerta.

Vamos a tomar, ¿podemos ir al bar, Karube?

Arisu: Kyokooooo, ¿crees que tus padres me dejen vivir contigo?

Sabes que te echarían en el momento que pises la casa. Deberías preguntarle a Chota.

Arisu: ¿Puedo vivir contigo?
Chota?
Chota?
Chota?

Tendrás que pelearte con un vagabundo para tener una banca donde dormir.
Karube, ¿hay moros en la costa?

Karube: Me despidieron.

Arisu: ¿Cuándo?

Karube: Justo ahora

Buuuuuuuuu! ¿De dónde vamos a sacar los tragos?

Chota: También necesito un trago. Faltaré al trabajo.

Karube: En primera, Kyoko, tú tienes entrenamiento. Segundo, eres pobre Chota, necesitas trabajar.

Arisu: Nos vemos en la estación de Shibuya :P

Hasta entonces, papá.

Karube: Malcriada.

Hay algo en la rebeldía, que hace que te sientas bien, como un subidón de adrenalina. Sin embargo, también sentía una punzada de culpa. A mis padres nunca le agradaron Karube y Arisu, ya que son "buenos para nada", a Chota lo aceptaban más, ya que era religioso y tiene buen trabajo, además de que es un pan de Dios.

Alice in Borderland (Chishiya y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora