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A Vegas no le pareció la idea en un principio, pero fue fácil de convencer cuando le recordé lo difícil que habían sido esos meses, necesitábamos avanzar y tomar un tiempo para salvar nuestro matrimonio antes de que se fuera todo a la borda y no quedara más que solo tristeza. A regañadientes aceptó, sabía que no quería que nadie lo viera derrotado empezando por Kinn, pero su primo lo veía con tristeza por lo que ambos pasábamos, y aunque el sentimiento tampoco me gustaba, era mejor que pasar indiferentes en el mundo de los que parecen no comprendernos.

Fueron largas las horas de vuelo, pero incluso en los asientos mientras esperábamos, ambos compartimos, otra vez, esa sensación de amor que tuvimos al conocernos, charlamos largo rato sobre todo, los empleados, la nueva pizzeria que había abierto cerca de casa, sobre el álbum que esperamos de Black Pink y ni una sola vez se nos ocurrió hablar de nuestro problema o nuestra tristeza, es más, no sentimos la necesidad de traerlo a colación, eramos solo una pareja de esposos que iba rumbo a unas vacaciones tranquilas, y nada más importó. Al llegar a Venecia ambos decidimos caminar hasta el hotel, aunque no quedaba cerca, para asombrarnos con las calles pintorescas y las casas, que no tenían nada de especial quizá, solo fachadas antiguas con colores llamativos nos impresionaba como nunca otro lugar lo hubiese hecho.

-Crei que extrañaría Tailandia pero este lugar sin duda me a atrapado - nos hicimos fotos hasta con los grifos de agua pero es que parecíamos estar en un cuento -

-Vegas - le mostré las góndolas que circulaban por loc canales - Dejemos las maletas y subamos a uno de esos, reserve una cena en la azotea con vista a los canales -

-Está es como nuestra segunda luna de miel - mucho mejor, esta era planeada y y no la pospusimos por ninguna junta - Incluso podríamos pasar muchas horas en la habitación -

-Olvidaba que mi esposo no es alguien saciable - ambos nos dirigimos al hotel donde nos dimos una ducha y guardamos la ropa, el calor de la primavera azotaba las calles venecianas y era el lugar mas perfecto para simplemente existir -

Caminamos por un rato hasta llegar al puente de los suspiros, sentí ganas de llorar por la vista, me parecía increíble que me perdiera de un lugar como ese mientras yo vivía lejos de ahí sin creer que un lugar como ese existía.

-Debemos darnos un beso - mi esposo me miró sin entender -


-¿Justo ahora? Esta bien - se encogió de hombros y me dio un corto beso en los labios hasta que lo separé de mi -

-No, hay una leyenda que dice que si cruzamos en góndola este canal al atardecer y nos damos un beso tendremos felicidad eterna - Vegas siempre a sido escéptico y sé lo mucho que le cuesta seguirme en cosas como esa -

-Amor no creerás en esas cosas ¿O si? - honestamente creía en el romance, justo en ese igual al que escribía Austen en donde crees que el amor de tu vida vendrá hasta a ti corriendo entre la niebla para confesar su amor -

-Está bien, no es necesario, aún nos quedan un par de lugares por recorrer - comencé a caminar mientras trataba de seguir el mapa, a decir verdad me sentía algo desconsolado por que en verdad quería seguir la tradición de cruzar el puente en góndola, era cursi pero eso me gustaba, habíamos viajado cientos de kilómetros como para no sumergirnos en la cultura y las leyendas venecianas -

Subimos a uno de esos guías turísticos de dos pisos donde apreciamos las calles y los cafés que se extendían fuera sobre las banquetas. Nos adentramos también en el campanario de San Marcos, paseamos por el palacio Ducal de Venecia y terminamos por el maravillo teatro Fenice. Parecía más maravillado de lo que mi esposo estaba, pero jamás me sentí menos preciado cuando hablaba y hablaba de lo que había leído de cada lugar, y sabía bien que si alguien trataba de callarme, mi esposo me defenderia a capa y espada, me escuchó atento y de vez en cuando suspiraba al verme, es imposible no enamorarme de él.

De Venecia con Amor |BibleBuild|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora