Si, yo quería a este bebé, pero ocho meses de embarazo te hacen re plantearte todo. Cansado, sudoroso, gordo y hambriento. Vegas tenía paciencia, no le quedaba de otra, él hizo esto. Macao me estaba dando un masaje en los hombros mientras mi esposo servía la comida.
-Pete, amor, es hora de cenar - negué con la cabeza - Amor necesitas comer -
-Estoy gordo, tengo un montón de flatulencias si como omelete y no quiero leche o voy a vomitar - cerré los ojos tratando de no pensar en esa comida desabrida y sana -
-Cuñado, yo sé que no es lo tuyo esa comida pero, es necesario que te alimentes de forma sana, la semana pasada cenamos pizza a diario, yo no estoy embarazado y sé que fue mucho - mi propio esposo me torturaba, mi pequeño Venice tendría cara de hamburguesa doble con papas y una rebanada de pastel de limón además de malteada de fresa, té chai y fresas con crema -
-Vegas esto es muy difícil, no se siente bien - ambos hermanos llevaron la comida hasta la sala, así podía comer aunque comer no era lo que quería -
-Pete debes comer, Venice necesita que estés sano - sentía mi estómago rebolotear y ni exactamente de felicidad al escuchar eso de mi esposo, últimamente los síntomas del primer trimestre habían regresado con fuerza -
-Vegas - me enderecé del asiento y sostuve mi vientre - Necesito vomitar - la expresión de ambos fue de sorpresa, Macao se levantó y corrió por un cubo de agua a la cocina y me lo trajo justo a tiempo antes de que pintara la sala de color vómito - Dios, me siento terrible -
El embarazo no era sencillo, ese último trimestre había sido complicado, tenía ganas de orinar a cada maldito instante y los olores me mataban. Vegas me ayudaba mucho pero habían cosas que estaba fuera de control.
-Venice, basta - ese bebé iba a acabar conmigo, asobé mi vientre con calma - Vegas, devuelve todo a la cocina, el olor me hace tener más náuseas -
-Te había cocinado panqueques con fresa - no sirvió para convencerme si no para empeorarlo más y volver a vomitar -
-Esta bien yo me lo llevo, y tu te encargas del cubo - Macao devolvió todo a la cocina, me sentí peor que nunca al hacerle eso a mi familia, sentía las lágrimas agolparse en mis ojos -
Vegas se acercó a mi y limpió mi rostro con pañuelos, sus ojos estaban sobre mi con adoración, no puedo creer que encontré al mejor hombre del mundo y se quedara conmigo, así como no puedo creer que estuviese justo en ese momento limpiando vómito de mi cara.
-Tu eres muy lindo, y atento y dulce - el solo sonrió mientras seguía limpiando mis labios - Yo nunca he sido lo que tu -
Estaba muy sentimental y esa clase de atención simplemente derretia mi corazón.
-No quiero a alguien como yo, siempre quise a alguien como tu, te quiero a ti - unas lagrimas se escaparon al fin de mis ojos y el también se encargó de limpiarlas - Pete, me duele verte así, si yo pudiese cargar al bebé lo haría, como los caballitos de mar - logró sacarme una sonrisa - Recuestate en el sofá un rato y cuando te sientas mejor te traeré leche tibia y waffles - asentí -
-Hermano, ya está la mesa puesta - me acomodé en el sofá mientras mi esposo iba a tomar el desayuno -
Sonaba mal pero ya no quería estar embarazado, necesitaba dar a luz pronto o el dolor de espalda y la vejiga acabarían conmigo. Ya no amanecía con la urgencia de vomitar pero lo hacía muy seguido, y lo mismo sucedía con mi vejiga, hace unas semanas Vegas, Macao y yo viajamos a Chiang Mai, y ese tiempo fueron como diez paradas al baño, gracias al cielo nunca se molestaron, sé que no han sido los mejores meses.
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De Venecia con Amor |BibleBuild|
FanfictionUn viaje para salvarse a si mismos, para recobrar su matrimonio y sanar sus heridas. Venecia tiene muchas leyendas sobre sus monumentos históricos, pero es quizá la del Puente de los suspiros la que más importancia tenía para Vegas y Pete.