DIA 3-ICHINOSE HONAMI

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Sol por la mañana. La brisa marina se colaba por mi ventana mientras aún pensaba en el beso de una cierta compañera la noche anterior.

Realmente fue valiente en mostrarme esa forma de ser suya con alguien como yo. Pero por alguna razón, me encontré enervado, enfadado, malhumorado...

No por ella, sino por mi vida. Parece que siempre acabo yendo de aquí para allá haciendo lo que yo quiera, pero pienso que todo esté camino no sirve para nada si al final acabaré en el mismo sitio de color blanco.

Si el camino de la vida consiste en vivir para morir, ¿por qué no ahorrarse todo el tiempo de vida y morir en el momento? Las personas tienen metas, y esas metas son las que impulsan a las personas a levantarse cada día.

Pero, ¿y quien no tiene metas? ¿Tiene sentido vivir una vida que no sea útil para nada? Bueno, los humanos son tan diferentes unos de otros. Mientras uno no se meta en los asuntos del otro, nadie tiene porque preocuparse, ¿o no?

Mientras pensaba en esto, me levanté, me duché y me tomé un desayuno. Después salí de la habitación. Quería pasear un poco por la popa para ver el vasto océano frente a mis ojos.

Me dispuse a ir hacia un lugar que descubrí los primeros días de estar en el barco. Nadie debería estar aquí.

Me equivoqué. Una chica se encontraba mirando ya el océano. Una chica de cabello rosado y de las más hermosas del año.

Ichinose Honami se encontraba mirando el extenso océano con una mirada triste. Quizás las personas que más sonríen son las que más tienen que ocultar...

"Hola Ichinose" saludé.

"¿Eh? Oh, buenos días Ayanokouji. Una bonita vista, ¿verdad?" alegró su rostro casi al instante. Sin duda se nota que está finjiendo.

"Así es. ¿Te ocurre algo?"

"¿Que? Oh, no. Que va. Jajajajaj..."

"¿Hmm? Bueno, si tú lo dices... Me voy. No quiero molestar" aunque este era mi sitio secreto...

"¿Que? No no, quédate. Esta bien, estoy mintiendo. Si, me ocurre algo."

"Si, eso he notado. ¿Hay algo por lo que estés triste?"

"Je. Eres bastante inteligente, Ayanokouji-kun. A pesar que parece que no eres muy sociable, realmente eres muy bueno leyendo a las personas."

"¿En serio? No realmente. Solo con ver tu rostro sabía que algo te preocupa. Realmente TE CONOZCO bastante bien"

(Referencia)

Ichinose inspiró de repente. Mis palabras parecían haber llegado a su interior (y no será lo único)

En un instante, Ichinose se abalanzó sobre mí, me dió un gran abrazo y comenzó a llorar sobre mi hombro.

"Mu-muchas gracias Ayanokouji-kun. Muchísimas gracias."

Correspondí el abrazo y le masajee suavemente su cabello. Este no era el momento de hacerse el duro. Si Ichinose Honami quiere confiar en mí, yo debo confiar en ella.

Tras concluir el abrazo, nos dirigimos hacia el comedor donde había bastante gente. Aún era por la mañana pero aún así los estudiantes resaltaban por su mayoría. Normalmente pensaría que serían demasiado vagos como para levantarse temprano durante las vacaciones, pero me equivoqué.

Pensé la razón por la que la cafetería estaba tan llena. Momentos después descubrí el porqué. Había una oferta en los dulces, en concreto un bizcocho de chocolate acompañado de una bebida caliente.

"Oye, Ayanokouji, ¿podemos comprar eso?" dijo agarrándome del brazo y señalando hacia el bizcocho. No es idóneo para una buena alimentación pero lo permitiré por ella.

Compré dos de ellos y dos cafés. Al parecer Ichinose no le entusiasma mucho el café así que me dió el suyo.

"¡Mmmm, está delicioso!" dijo saboreando el bizcocho con una gran sonrisa. Parece que le encantan este tipo de cosas.

"Me alegro de que te guste. Disfruta" dije bebiendo lentamente de mi café.

Minutos después su plato estaba completamente limpio.

"¿Ehh? ¿Ya me lo he acabado?" dijo con sorpresa.

"Vaya, parece que realmente te encantan los dulces"

"Si, bueno, a todo el mundo le gustan, ¿verdad?" dijo haciendo un pequeño puchero.

"¿Quieres el mío? A mí no me gustan mucho estas cosas?"

"¡Ohhh! ¿En serio? ¿De verdad puedo tomarlo?" dijo elevando su voz.

"Si, claro. Disfrútalo." dije dando otro pequeño sorbo a mi café.

"En ese caso, ¡que aproveche!"

Cogió mi bizcocho y procedió a comérselo, esta vez con más lentitud. Por alguna razón, me encontraba en una situación en la que estaba relajado. Mis expresiones se relajaron poco a poco y esbozé una pequeña sonrisa.

"¡.........!"

"Hmm, ¿que ocurre, Ichinose?" dije extrañado.

"Tú...acabas de sonreír..." dijo con la cara roja como un tomate.

"Je, que cosas, ¿no?"

Vaya, y áhora acabo de reír. Realmente estar rodeado de todas estas personas me están haciendo poco a poco más humano.

No me desagrada.

Ichinose se quedó callada el resto del tiempo y tras acabar el pequeño tentempié, nos fuimos de allí. Me dirigí a mí habitación para leer un libro o algo mientras esperaba el siguiente favor de una de las chicas.

Al despedirme de ella, Ichinose me detuvo agarrándome de la mano.

"¡Espera, Ayanokouji! Recuerdas aquello del otro día,¿no?" dijo con una respiración bastante agitada.

"¿Aquello? Te refieres a la propuesta, ¿verdad?"

"Si...eso... Quiero que esta tarde al atardecer nos veamos de nuevo donde esta mañana. Quiero realizar mi propuesta en ese momento." dijo con la respiración aún agitada y con la cara sonrojada.

"Ya veo. Así será, pues. Nos vemos, Ichinose."

"Si...pero antes, quería pedirte un pequeño favor."

"Hmm, ¿de que se trata?"

"Solo llámame Honami. Creo que nuestra amistad ya ha llegado a ese punto (y quizá pueda llegar a algo más...)"

"Ya veo. Entonces nos vemos después, Honami."

"Lo espero con ansias, Kiyotaka" dijo despiéndose agitando su mano a mi dirección mientras me alejaba por el largo pasillo.



Vaya, vaya, vaya. Como habéis estado perras? Yo bien. Disfrutando de lo que me ofrece la vida. Lo poco que me da jajajaj. Bueno, primera parte. La segunda ya vendrá, paciencia. Si os gusta, el like, comentad tonterías y compartan jajajaj. Bueno, un saludo.
Postdata: Nadie para a la Xavineta. Vamooooo


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