[Spiderman x Harley Quinn] A dame to kill for

Capitulo I: Badass Motherfuckers

Spiderman, el miembro más joven de la Liga de la Justicia, había demostrado su valía en innumerables ocasiones. Su agilidad sobrehumana, su inteligencia y su sentido arácnido le habían permitido enfrentarse a amenazas que podrían haber supuesto un peligro mundial. Ahora, establecido en Gotham, había encontrado un hogar y un lugar en la prestigiosa Liga de la Justicia, donde era considerado como uno de los miembros más prometedores del equipo.

En esta ocasión, mientras Peter se encontraba patrullando un mediodía tranquilo del mes de Junio en la ciudad, una banda de ladrones había asaltado el Banco Central de Gotham y también lograron tomar a varios rehenes, planeando escapar con el gran botín que estaban por llevarse. Spiderman se encontraba en el lugar, dispuesto a detenerlos y salvar a los inocentes atrapados en medio del caos.

El banco estaba envuelto en una tensa atmósfera: había gritos, disparos al techo y momentos de golpes a empleados del banco. Estuvo espiando un poco para analizar la situacion mientras que la policía se debate que hacer. No podía esperar sus instrucciones, debía entrar él. Tomó posición en lo alto de un edificio cercano, observando la situación con sus ojos arácnidos.

—Amigo, disculpa...perdona pero ¿vienes de tontolandia? porque solamente un tonto pensaría en robar el banco de Gotham. Las noches tienen a Batman y los momentos con luz me tienen a mi.—Dijo Spiderman antes de lanzar una risa y luego lanzar un par de telarañas en el rostro de uno de ellos, haciendo que varios de estos le disparen aunque no lo alcance ninguno.

Spiderman esquivó de manera agil las balas mientras se lanzaba hacia los ladrones, desarmando a todos uno por uno con su destreza imposible de obviar. Realmente su estadía en la Liga lo había ayudado como héroe y como persona, porque lo que había aprendido le servía para cada área de su vida. Su sentido arácnido le permitía anticiparse a cada movimiento, evitando los ataques y contraatacando con precisión.

—¡Ja! ¿Eso te gustó, amiguito?.—Rió de forma burlona mientras se lanzaba de nuevo a la pelea. Spiderman no se tomaba muchas peleas en serio y eso lograba en serio molestar a quien sea que se enfrente con él.

Los golpes de Spiderman eran más contundentes, más directos y este se contenía mucho menos cada vez. Se movía con una velocidad mayor que antes, siendo ahora un vigilante mucho más experimentado de lo que era antes. Aunque se contuvo lo suficiente para no causar daños mortales, su rabia se manifestaba en cada golpe y cada movimiento. Estaba cansado de los rufianes y más los de poca monta. El quería limpiar la ciudad.

Finalmente, Spiderman logró neutralizar a todos los ladrones y liberar a los rehenes. Los agentes de policía llegaron al lugar, sorprendidos por la rapidez con la que el Hombre Araña había resuelto la situación. El día estaba de lo más bello en Gotham, y la ciudad se preparaba para las amenazas que acechaban en sus sombras. 

Por lo pronto, Peter se iría a seguir patrullando la ciudad aunque pensaba que pronto era buen momento para tener un almuerzo. ''Patear traseros da hambre'' repite siempre y no era más que la pura verdad. A Peter le gustaba la comida mexicana de un lugar del centro, por lo que se dirigiría hacía allí: su puesto tipo foodtruck lo tenía asegurado como cliente casi a diario.

La noche caía sobre Gotham City, engullendo sus calles en una oscuridad opresiva. La ciudad, infestada de crimen y corrupción, se encontraba en constante conflicto. Con sus aliadas Renee Montoya, Cassandra Cain, Huntress y Black Canary a su lado, Harley gobernaba el mundo del crimen con una mezcla de descabellada picardía y seducción tras haber asesinado a su ex novio ''el Joker'' y haber librado a Gotham City de una ''verdadera plaga asesina'' según  algunos.

En parte por ser subestimada y en parte por agradecimiento de finalmente haber acabado con el Joker, Harley Quinn tenía cierta vía libre para algunos delitos menores que no involucren heridos y cuyos objetos tengan un seguro. Gordon sabía de esto y buscaba con todas sus fuerzas acabar con ello pero ninguno parecía muy interesado. Los escalones de corrupción en la ciudad escalan hasta su fundación, con los Wayne y los Copplebot como aliados hace ya muchos años.