6

1K 44 1
                                    

Hanna se rió y trató de llegar nuevamente a él, pero de repente se encontró boca abajo sobre la cama, con sus caderas en el borde, los pies colgando hacia el suelo. El brazo de Henry presionaba suavemente en su espalda, manteniéndola en posición. Se puso de pie entre sus piernas, separándolas. Cuando sintió el filo de la primera bofetada, ella saltó tanto como su posición le permitía, para luego empujar su culo hacia él. Se echó a reír. "Te gusta esto, ¿verdad? Me lo imaginaba. Voy a pasar al siguiente plug en un minuto, pero quiero calentar bien este culo en primer lugar."
Hanna jamás creyó que disfrutaría tanto de los azotes. Henry golpeó con fuerza suficiente para que picase, enviando calor hasta su matriz y haciendo que el oscuro túnel de su culo quemara por eso. Ella era más consciente de la sensación de plenitud por el plug, y al mismo tiempo que se ponía nerviosa por tomar algo más grande, estaba deseando que se pusiera manos a la obra. Movió su culo hacia él.
"¿Más?" Se rió, se inclinó y le besó en la mejilla. Sus dedos trazaron una delicada línea por la espalda, que terminó en la base del plug. "No seas codiciosa dulzura. Hay más de dónde vino este. Muy bien, respira hondo."
Lo hizo, y mientras sacaba el tapón de su culo, dejó salir su aliento lentamente. Luego sus dedos fueron hacia adentro otra vez, extendiendo más lubricante a través de su oscuro canal, acariciando los tejidos internos.
"¡Oh! ¡Ahí está! "Ella sacudió su cabeza. "¿Cuál era ese lugar?"
"¿Te hace sentir bien dulzura?" Con la otra mano le acarició la espalda y las mejillas de su culo. Sus manos dejaban una estela de fuego dondequiera que la tocara. "Te sentirás mucho mejor muy pronto."
Mientras le acariciaba con los dedos dentro y fuera de su culo, una sensación de delicioso calor se deslizó a través de ella. Se preguntó por un momento si podría conseguir que dejase sus dedos allí toda la noche. Entonces se dio cuenta que se iba a perder todo el resto de la diversión.
"Pon el siguiente tapón, Henry. Ahora"
Se agachó junto a ella otra vez. "Esta vez voy a usar uno con vibrador."
Sus músculos internos se cerraron por sus palabras, la lujuria y la oscuridad rodando a través de ella. La cabeza del plug invadió el apretado anillo de su ano, que se movió lentamente en su interior mientras Henry ejercía una presión constante. Empujó hacia él para ayudarle.
"Oh, sí, lo quieres, ¿no es así, Hanna? No sabes lo mucho que me excita ver desaparecer este plug en tu culo. Eso es, empuja hacia atrás para mí, nena. Bien, bien." El sonido de su caliente voz y sus alentadoras palabras la empujaban más hacia él. "Bien. Está dentro. Y es un hermoso espectáculo."
Hanna se sentía como si estuviera rellena de arriba a abajo, pero una vez que el tapón se asentó, se ajustó a ella con más facilidad de lo que esperaba. Todavía dudaba de su capacidad para tomar el más grande, y en última instancia, la polla de Henry, pero lo ansiaba tanto como para intentarlo. Oh, Dios, lo quería probar. Pensar en la polla de Henry dentro de su culo hizo gotear sus jugos.
Henry le dio la vuelta tumbándola sobre su espalda. Luego se inclinó y le dio un beso devorador, hundiendo su lengua casi hasta la garganta. Tocó cada rincón de su boca con pequeños mordiscos, con lengua demandante, los labios sellando ambas bocas. Ella le pasó los dedos por el pelo para mantenerlo cerca, pero él tiró hacia atrás y cruzó su garganta con los labios para luego dirigirse a sus pechos.
"Estos pequeños y bonitos senos", murmuró. "Podría estar succionándolos para siempre."
Y procedió a hacer justamente eso. Los dientes rozaron de un lado a otro hasta que sus pezones se hincharon casi a punto de estallar. Cada vez que cogió uno en la boca, chupó con fuerza y los mordisqueó, haciendo que ella gimiera de éxtasis.
Un frío repentino le dijo que su boca había abandonado su carne caliente, para sentir su lengua deslizándose sobre de su ombligo, introduciéndose en él brevemente para saborearlo, y finalmente llegar a su clítoris. Sus caderas se movieron con impaciencia y empujó su pelvis hacia la cara.
"Tranquila, tranquila." Levantó la cabeza con una sonrisa. En ese momento, movió su mano y el plug en el culo empezó a vibrar.
"¡Oh, Henry! Oh, Dios mío." su cuerpo cobró vida en todas partes, las sensaciones golpeando sus pechos, su vagina, cada una de las terminaciones nerviosas de su cuerpo. Las paredes de su vagina comenzaron a temblar otra vez, y sabía que si ella misma se tocase, encontraría un torrente fresco de crema.
Y la sensación se detuvo.
"No." le gritó ella. "No te detengas. Enciéndelo de nuevo."
"¿Lo quieres de vuelta dulzura?" Su voz era baja, caliente. "Con una condición."
"¿Qué? ¿Qué tipo de condición? Dios, Henry, lo quiero ahora".
"Voy a encenderlo, pero mientras lo hago quiero ver cómo te masturbas".
Sus ojos se abrieron, y el calor se arrastró hasta sus mejillas. ¿Ruborizarse? Bueno, eso era *beep*. ¿Cómo es posible que tenga vergüenza de nada en este momento?
"Lo harás, ¿verdad, Hanna? ¿Masturbarte? La mayoría de las mujeres lo hacen. Quiero verlo."
"Está bien, está bien." Ella estaba rodando de un lado a otro. "Solo activa el plug de nuevo."
"Está bien, nena. Voy a encenderlo. Vamos a ver cómo lo haces."
Ni en sus sueños más locos hubiera creído que se masturbaría delante de Henry Cavill. Pero la caliente mirada en sus ojos, la mirada de aprecio por su cuerpo, le hizo anhelarlo de repente.
Cuando el vibrador encendido se deslizó desde sus manos hasta sus labios, la rutina familiar se hizo cargo de sí misma. Normalmente necesita algún tipo de lubricante, pero esta noche era innecesario por lo muy empapada que estaba.
Sus delgados dedos abrieron los labios exteriores, y las puntas de sus dedos buscaron su clítoris, ahora tan sensible que parecía como si estuviera tocando un nervio desnudo. Automáticamente frotó la punta arriba y abajo, para localizar el punto más efectivo y centrarse en él. A medida que el plug vibraba en ella, sus caderas se levantaron de la cama, empujando su ***** sobre sus manos.
"Hanna, eres tan digna de ver." Flotaba la voz de Henry desde sus piernas, el tono ajustado por el deseo. Luego se unieron a ella sus manos, abriéndola más. "Desliza tus dedos en el interior, dulzura. Déjame ver cómo te follas."
Con los ojos cerrados, el cuerpo vibrando por el plug, y el clítoris pidiendo socorro a gritos, deslizó dos dedos dentro de su vagina y empezó a acariciarse a sí misma. Dentro y fuera, dentro y fuera imaginando que eran los dedos de Henry. Más y más rápido, más y más duro. Los dedos de Henry presionaban abriéndola más amplia.
"Sigue. Dulzura, esto es muy excitante, ver esos delicados dedos tuyos entrando y saliendo de ese estrecho canal. ¿Sientes la crema por toda la mano, Hanna? ¿La sientes?"
"Sí", jadeó. "Sí puedo sentirla".
"Córrete, bebé. Hazlo ahora. "
Ella comenzó a masajear su clítoris con una mano mientras la otra se deslizaba dentro y fuera de su *****. Sus caderas empujaban con sus movimientos, y el plug zumba alegremente en la distancia. Sentía el orgasmo construyéndose, apretado y caliente, tirando hacia arriba en su interior. Se acarició cada vez más rápido, moviendo sus caderas cada vez más fuerte.
Y entonces el orgasmo la atravesó, todo su cuerpo sacudiéndose. Sus paredes interiores contrayéndose con espasmos, y el líquido brotó de ella como una cascada. Henry dio un tirón a los dedos del interior de su vagina, y ella luchó para empujarlos de vuelta otra vez.
"No," le ordenó, con los dedos estirando su agujero aún más. "Quiero tener una vista perfecta de cómo te corres. Vamos, nena. Dámelo. Sí, así, así."
La emoción en su voz no hacía más que aumentar la intensidad de su orgasmo, y la hacía agitarse indefensa en sus manos. Cuando todo terminó, y él apago el plug, se desplomó en la cama, jadeando, pero más satisfecha de lo que había estado nunca. El olor de su sexo estaba en todas partes.
Henry se arrastró a su lado, cogiéndola en brazos y abrazándola.
"Te hace querer más, ¿verdad?" preguntó él mientras acariciaba los rizos húmedos de su cara.
"Sí". Ella dejó escapar un largo suspiro. "Oh, Henry, me siento como si mi orgasmo todavía estuviera tratando de salir."
"Es así, nena. Correrte así, abrirte así, sólo te hace querer más. Y quiero que quieras más." Él la besó suavemente. "¿Qué te pareció el tapón con vibración?"
"Oh", chilló, "me encantó. Nunca me imaginé que me sentiría tan, tan, tan... "
"¿Decadente?"
"Mmm, tal vez. No puedo esperar a sentir tu polla empujando allí, Henry".
"Y no puedo esperar para hacerlo. Pero tenemos un plug más que utilizar antes de intentarlo. Y hay más juegos que disfrutar. Pero ahora creo que es hora de otra copa de vino 



FantasíasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora