¡Sujeto equivocado!

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(2)

El día escolar ya ha terminado, y todos iban a sus hogares, cansados pero felices de que por fin se han terminado las clases. Entre todos esos estudiantes habían tres de ellos que caminaban juntos. No obstante, había algo diferente, algo que no se veía en los demás grupos de estudiantes, el ambiente de este no era para nada feliz, si no más bien, el ambiente de este era rodeada de incredulidad, sorpresa y tristeza.

—¿Qué mierda acaba de pasar?—. Dijo un pelinegro con su rostro el cual expresaba su sorpresa e incredulidad.

Un castaño miraba el suelo como si su vida se basará en eso—Eso debería decirlo yo—. Respondió aún mirando el suelo.

Un rubio que caminaba al lado del chico con cara de delincuente miraba con lástima a los dos, moviendo su cabeza en forma de negación-Vaya día que han tenido.

El genio y el castaño asintieron lentamente para luego seguir mirando el suelo.

—No lo puedo creer—. Puso sus dos manos en su rostro—¿Qué clase de broma es esta?—. Dijo el castaño.

—Ojalá lo fuera—. Respondió el pelinegro.

—Y para variar, ella te dijo que sí—. Mira al cielo con su rostro lleno de ira— ¡¿Por qué me pasa esto!?-. Exclamó el castaño, y debido al grito los ciudadanos que pasaban por ahí lo miraron.

—Tarado no hace falta gritar de esa manera—. Miro a su alrededor—. ¿No ves que ahora nos ven raro?—. Dijo el genio-Si vas a gritar, mejor hazlo mentalmente.

El chico de aspecto de delincuente no respondió a las palabras de Fuutarou, y luego de unos minutos parecía decir algo;

—Todo... Culpa...

—¿Qué estás diciendo?—. Pregunto Takeda.

—¡Que todo esto es tu culpa!—. Maeda toma a Fuutarou de la camisa de manera brusca.

—¡¿Mi culpa, es enserio!? ¡Tu fuiste el idiota que permaneció callado delante de ella, tu fuiste el que arruinó el plan!?—. El genio quito las manos de su amigo que lo agarraba de su camisa.

—¡Yo que tengo que ver! A ti fue quién ella miro—. Exclamó el Castaño.

—¡Ya dentenganse los dos, no ven que somos el centro de atención!—. El pelinegro y castaño dejaron de mirarse entre si por el alza de vos por parte del rubio, y comenzaron a mirar a su alrededor, una pequeña pero notable grupo de estudiantes miraba el comportamiento rudo del trio.

—Tch—. Maeda guardo sus manos al bolsillo y procedió a caminar solo con una mirada molesta.

Fuutarou en cambio, acomodo su camisa y vio con desdén a Maeda mientras esté se iba—Idiota. Me molestó en ayudarlo y así es su forma de agradecer me.

—Ya se le pasará, como sea. Yo me largo, nos vemos mañana Fuutarou—. Se despidió Takeda.

—Nos vemos Takeda—. El pelinegro simplemente comenzó a caminar en un ritmo más lento que el del rubio.

Un ligero suspiro dio el genio, este dia fue sin duda alguna unos de los peores que ha tenido en su vida y la verdad es que no tiene ni la más mínima idea de lo que puede hacer, además de que estaba molesto por el comportamiento agresivo que recibió por parte de su amigo, el intento ayudarlo y ¿lo trataba de esa manera? Pensando en eso, sin darse cuenta, había llegado a su hogar; estaba en su puerta, unos ligeros golpes dio para que por fin le abrieran la puerta, y era más y nada menos que su querida hermana menor, Raiha Uesugi.

—¡Oh! Al fin llegas hermanito, ¿Que tal tu día en la escuela—. Pregunto inocentemente.

—Del asco—. Respondió con clara frustracion.

One-Shots de Gotoubun no HanayomeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora